Ramesseum
Este conjunto arquitectónico situado en la ciudad egipcia de Tebas, fue el gran complejo mortuorio del faraón Ramsés II, uno de los más famosos del periodo del Imperio Nuevo. La tumba del gobernante se halla en el Valle de los Reyes, y aquí se encuentra un templo, almacenes circundantes construidos en ladrillo y otras edificaciones auxiliares.
En cuanto al templo, se trata de un edificio que tiene la disposición ortodoxa de este tipo de construcciones, aunque aquí esta distribución está un tanto reelaborada. Tiene dos patios, una sala hipóstila, antecámaras y estancias subsidiarias, además del imprescindible santuario y la sala ritual de la barca. Ya que las creencias egipcias creían que el cuerpo momificado del faraón iría en una barca al reino de los muertos, y desde ahí seguiría velando por los vivos, ya que en realidad el faraón era más un dios para su pueblo que un hombre.
Y en los pilonos I y II se pueden ver relieves que representan la batalla de Kadesh, uno de los hitos más importantes del mandato de este faraón, al igual que ocurre en otros templos del mismo periodo en los que también intervino Ramsés II, o bien auspiciando su construcción o bien promoviendo remodelaciones y reformas como es el caso de los templos de Karnak, Luxor, Abydos o Abu Simbel.
En el primer patio situado al sur del complejo, se construyó un duplicado de la residencia del palacio del faraón, la cual éste utilizaba en fechas especiales para diferentes celebraciones. Se trata del recinto más amplio de todo el conjunto. Y como es habitual en la arquitectura del Antiguo Egipto, los espacios de las distintas construcciones del complejo se van haciendo cada vez más angostos hasta llegar al santuario situado en la zona más lejana a la entrada al templo.
A lo largo de todo el Ramesseum se ven diversas estancias subsidiarias que serían santuarios secundarios o recintos para albergar diferentes objetos rituales. Y alrededor del templo, está el temenos, a base de naves alargadas y paralelas que forman un entramado de calles y ahí se distribuyen diferentes almacenes de lo que iba recaudando el faraón. En este caso, esos almacenes se pueden considerar arquitectura utilitaria, y curiosamente son obras realizadas en ladrillo y en las que se ven cubiertas con rudimentarias bóvedas de cañón. Mientras que en el resto de construcciones predomina el uso de la piedra, en algunos casos con enorme bloques como es característico de la arquitectura egipcia. Y también en el resto de construcciones del complejo de Ramesseum es habitual utilizar las formas arquitrabadas, de cubiertas planas.