Rashtrapati Bhavan de Nueva Delhi
El nombre de esta ciudad de la India ya nos indica que es una urbe relativamente reciente. Nueva Delhi, junto a la Delhi original se originó a comienzos del siglo XX, más concretamente en el año 1911, cuando las autoridades británicas decidieron mover la capital de Calcuta a Delhi, creando para ello una nueva ciudad acorde a la enorme valor que le daban a la gran joya de su Imperio Británico.
Así que le encargaron a uno de sus arquitectos más célebres que diseñara algunos de los edificios más insignes. Ese arquitecto fue Edwin Lutyens (1869 – 1944), quien ya había hecho obras de enorme importancia en su país. Algunas tan singulares como el elegante Drogo Castle, un buen ejemplo de las muchas villas y palacetes que diseñó a lo largo de su vida, y que le dieron mucho renombre.
Pero su gran obra iba a estar muy lejos de las islas Británicas, ya que su gran encargo fue planificar la nueva capital india. Así que a ello dedicaría 20 años de su vida, desde 1912 hasta 1931. En Nueva Delhi creó, con la importante colaboración Herbert Baker, algunas obras destacadas como la monumental Puerta de la India. Pero posiblemente su construcción más espectacular sea el Rashtrapati Bhavan o Casa del Virrey, un grandioso palacio para el gobernador general de la colonia y que en la actualidad sigue siendo la residencia de la presidencia del país.
En este caso optó por un diseño de aires clásicos que supo incorporar elementos locales, como por ejemplo el material (la piedra arenisca típica de tonos rojizos) o ciertos elementos decorativos. Por ejemplo, está clara que la presencia de los jardines está vinculada con la arquitectura de los mogoles, así como también se pueden descubrir muchos detalles de origen budista e hinduista.
Curiosamente, tardó muchos años en acabarse tras el cambio de capitalidad, ya que no se inauguró hasta el año 1931. No obstante, hay que decir que las dimensiones del edificio son más que considerables, ya que tiene más de 300 habitaciones.
Una construcción en la que se plasma la particular fusión de ese arquitecto, el cual por ejemplo creó un nuevo orden, que se denominó “orden Delhi” que se había de sumar a los órdenes clásicos. Por cierto, este orden lo usó en muchos edificios proyectados en la India, pero también en Gran Bretaña, ya que Edwin Lutyens nunca dejó de trabajar para sus clientes británicos. En realidad, contaba con muchos colaboradores, una gran capacidad de trabajo y sin duda un enorme talento, por eso para muchos es uno de los mejores arquitectos ingleses de todos los tiempos.