Templo de las Inscripciones de Palenque
El templo de las Inscripciones de Palenque es una de las construcciones de época maya más conocidas y destacadas que han llegado hasta nosotros, de hecho se trata del templo más alto que se levantó en el periodo de la cultura maya tardía. La construcción data de entorno al año 675 d.C. y se trata de un templo de tipo funerario que supera los veinte metros de altitud.
Palenque era una antigua ciudad maya situada en el cerro de una montaña en la actual región de Chiapas en México central; en 1981 el parque arqueológico de Palenque fue declarado Parque Nacional y seis años después Patrimonio de la Humanidad. En el centro de este conjunto arqueológico se encuentra el Templo de las Inscripciones en cuyo interior se albergaba la famosa tumba del emperador Pacal el Grande.
Parece ser que el templo dataría del siglo VI d.C., concretamente en el año 675 y se habría levantado para rendir tributo al emperador y posteriormente servir como enterramiento al mismo. Pacal el Grande, también conocido como Pacal Escudo (603 – 685), fue uno de los más importantes gobernantes de Palenque y a lo largo de su reinado se vivió no solo un periodo de paz sino también de prosperidad económica en la que la ciudad alcanzó un gran desarrollo cultural y económico. Si bien es cierto que la construcción era conocida desde la antigüedad, no fue hasta mediados del siglo XX cuando el arqueólogo Alberto Ruz Lhuillier descubrió en el interior del templo un acceso oculto que daba paso a la tumba del gobernante.
Levantado en piedra monolítica el templo presenta una estructura formada por una pirámide escalonada de ocho niveles superpuestos recorridos por una empinada escalinata que da acceso al templo en sí. Éste es una estructura adintelada con cinco puertas de acceso en cuyas jambas se han encontrado relieves decorativos realizados en estuco y entre los que destaca el relieve del dios K´awill representado como un niño de seis dedos. Al exterior el templo debía rematarse en una espléndida crestería trabajada en piedra de la que en la actualidad no se conserva ningún resto.
Una vez dentro el espacio se divide en una cámara central y dos laterales simétricas y de menor tamaño. Es precisamente en el suelo de la cámara central donde el arqueólogo Alberto Ruz descubrió una estrecha y profunda escalinata que daba acceso, a través de dos tramos diferentes, a la cámara mortuoria de Pacal. En el interior de la cripta se han encontrado múltiples relieves e inscripciones que representaban a diferentes deidades de la cultura maya así como la dinastía de la que procedía Pacal y la vida del gobernante. Como resulta típico en este tipo de construcciones los relieves se encontraban decorados con policromías en tonos rojos, azules y amarillos. La tumba de Paca estaba formada por un sarcófago en cuya tapa se labraron riquísimos relieves que representaban al dirigente y en su interior una máscara de jade junto con otros objetos realizados en materiales preciosos como pulseras o collares.