Trilitones de Baalbek
El Imperio Romano dejó sus majestuosas obras en el Próximo Oriente en diversos yacimientos que han llegado parcialmente hasta nuestros días. Uno de los más impresionantes se encuentra en la antigua ciudad Baalbek, al este del Líbano, un lugar del que ya os hemos hablado aquí para describiros su gran templo dedicado al dios Júpiter.
No obstante hoy volvemos a hablar de esta ciudad libanesa enclavada en el cruce de dos transitadas rutas comerciales de la Antigüedad. Y el motivo es mencionar que aquí se encuentran los mayores bloques de piedra que haya manipulado y transportado jamás el ser humano.
Son los colosales Trilitones de más de metros de longitud, con unos cuatro metros de alto y unos 5 de profundidad. En definitiva, bloques de granito perfectamente escuadrados que superan las 1.000 toneladas de peso. Son piedras extraídas de una cantera muy próxima a Baalbek. Tan apenas hay un kilómetro de distancia, pero ¿cómo mover tal pieza, con todo su peso, durante un kilómetro?
Es un enigma al que todavía no se le ha encontrado resolución. De ahí que se hayan generado todo tipo de especulaciones al respecto. Algunas de las cuales ha desmontado las leyes de la física, como que se movían estos bloques gracias a empujarlas sobre troncos de árboles, los cuales hubieran sido literalmente chafados bajo tantas toneladas de piedra. Por no hablar de otras explicaciones de imposible demostración, como contar con la participación de extraterrestres o de milagros bíblicos.
Y no solo eso, tales bloques monolíticos están elevados y perfectamente ensamblados en la construcción de la Gran Terraza de Baalbek. ¿Cómo se pudieron colocar ahí? Imposible saberlo. Al igual que tampoco se ha encontrado datación concreta para ello. Parece evidente que ya estarían ahí cuando los romanos se asentaron en esta zona del mundo. E incluso ya se habían colocado con anterioridad a la presencia de la civilización griega e estas alturas del Mediterráneo Oriental.
De hecho, los historiadores piensan que esta estructura se levantaría en tiempos de los fenicios, aunque hay autores que lo vinculan con episodios del Antiguo Testamento.
Lo cierto es que los tres Trilitones integrados en la Gran Terraza vecina a los templos de Baalbek son las piedras de granito rojo más enormes del yacimiento, pero no las únicas. Desperdigadas por el entorno hay otros bloques menores pero también descomunales y para lo que no hay explicación alguna respecto a cómo pudieron ser trabajados y desplazados. E incluso algunas de estas piezas tienen en sus superficies partes vitrificadas. Algo que solo es posible mediante la aplicación duradera de fuentes de calor. Eso ha hecho que se piense que para cortarlas se usara una avanzada tecnología para serrarlas.
En definitiva, estamos ante unos elementos que funde el arte, la arqueología, la historia y también el gusto por los misterios indescifrables.