Universidad de Alcalá de Henares
Muy cerca de Madrid se fundó a comienzos del siglo XVI una de las universidades más prestigiosas de España. Pero además de por su valor académico, la Universidad de Alcalá de Henares es un monumento en sí mismo, ya que es un excelente ejemplo de la arquitectura del Renacimiento y más concretamente del Estilo Cisneros, que debe su nombre al cardenal Jiménez de Cisneros, el auténtico impulsor de este centro educativo. Que por otra parte se puede considerar la primera ciudad universitaria que se planificó en el mundo.
De hecho, aquí se creó todo de cero y girando en torno a la Universidad. Un modelo inspirado en la llamada Ciudad de Dios o Civitas Dei, cuyo patrón se estableció en Alcalá de Henares y desde aquí sirvió de inspiración para otros lugares de Europa. Y sobre todo fue un modelo ideal que quisieron imitar los misioneros españoles en muchas de sus comunidades impulsadas en el continente americano.
Arquitectónica y artísticamente hablando, de todo el complejo de Alcalá, hay varios elementos que llaman la atención de un modo especial.
Uno de ellos es la fachada principal de la Universidad. Una construcción paradigmática de la arquitectura española de inicios del siglo XVI, cuando ya había llegado la influencia de las formas renacentistas, pero todavía perviven planteamientos propios del arte gótico. Y esa es una de las características del llamado Estilo Cisneros.
En este caso estamos ante una obra diseñada por Rodrigo Gil de Hontañón. Él compuso una fachada a partir de tres módulos, uno central de tres pisos, y dos laterales con solo dos alturas. Y tampoco falta el frontón triangular que evoca la arquitectura antigua y que además remarca la portada monumental, en la que se van superponiendo los distintos órdenes clásicos.
También hay que remarcar la presencia del Colegio Mayor de San Ildefonso, verdadero germen de todo el conjunto. Este edificio tiene una tipología distinta a otros colegios mayores de universidades anteriores. Todo él se organizaba en torno a dos claustros consecutivos. Y alrededor de ellos se disponían todas las dependencias de la institución, incluyendo oficinas y almacenes, pero también una capilla dedicada a San Ildefonso, el Paraninfo y el Teatro Escolástico.
Y es en la ornamentación de todas estas dependencias donde mejor se manifiesta la pervivencia de elementos del arte medieval español, recurriendo a formas que recuerdan el gótico, pero también el arte mudéjar. Como decíamos antes, algo que es propio del Estilo Cisneros, que aquí tiene su mejor expresión. Y aunque haya otras obras inspiradas en este mismo estilo y promovidas por el mismo personaje, como pasa en el interior de la Catedral de Toledo, lo cierto es que la obra con la que más se identificó este poderoso cardenal fue la Universidad alcalaína, cuyo desarrollo siguió de principio a fin. Y no solo eso, sino que incluso está aquí enterrado en la Capilla de San Ildefonso.