Anillo de Brodgar

Anillo de Brodgar
Al norte de Escocia está el grupo de las islas Orcadas. Un archipiélago compuesto por unas 70 islas. Y en una de ellas se han hallado unos restos prehistóricos extraordinarios. Es el denominado Corazón Neolítico de las Orcadas, y se compone de varios yacimientos espectaculares como las Rocas de Steness, la tumba de Maeshowe, la población de Skara Brae y el llamado Anillo o Círculo de Brodgar que aquí nos ocupa. Y todo ello está declarado Patrimonio de la Humanidad.
Seguramente de todo ello, lo más espectacular sea el Anillo, que de alguna forma recuerda remotamente al conocidísimo Stonehenge en tierras de Inglaterra. Aunque el Anillo de Brodgar y Stonehenge comparten ciertas similitudes en su estructura de círculo de piedras, difieren en su propósito y construcción. Mientras que Stonehenge tiene evidencia de haber sido un lugar de observación astronómica, Brodgar parece haberse centrado en usos ceremoniales comunitarios, según los estudios actuales.
Se trata de un gran círculo de más de 100 metros de diámetro y rodeado por enormes piedras. Algo que se denomina henge. En origen la construcción tuvo hasta 60 grandes piedras dispuestas en posición vertical, si bien hasta nuestros días han llegado menos de la mitad. Concretamente 27. Son piedras enormes, de hasta 4,5 metros de altura que se encuentran enclavadas sobre un gran foso circular de 3 metros de profundidad y 10 de ancho. Unas dimensiones realmente admirables, teniendo en cuenta que esto se haría más o menos hacia el año 2.500 antes de Cristo. Es decir, sin tan apenas instrumental, por lo que costaría un ingente trabajo su realización.
Es una obra impresionante, en la que al igual que ocurre con otros muchos yacimientos prehistóricos se desconoce su significado. Las excavaciones arqueológicas más recientes han revelado interesantes hallazgos en torno al Anillo de Brodgar. Utilizando técnicas modernas, como las exploraciones geofísicas, los arqueólogos han podido mapear áreas no excavadas y descubrir herramientas originales. Estos trabajos han ayudado a desvelar más sobre las prácticas y la cultura de las sociedades que construyeron este fascinante monumento, ampliando nuestra comprensión de su significado y propósito. Si bien las continuas excavaciones en la zona cada vez aportan más datos. Y es que el Corazón Neolítico de las Orcadas no solo lo componen los cuatro lugares que ya hemos citado, continuamente salen a la luz más restos materiales en las inmediaciones del Anillo de Brodgar que aportan muestras de las herramientas que se usaron, o vestigios cerámicos y también óseos para poder conocer algo más sobre los primeros pobladores de la isla. La comunidad neolítica que probablemente utilizó el Anillo de Brodgar pudo haber tenido una compleja estructura social. Las evidencias arqueológicas halladas, como herramientas y restos de cerámica, sugieren una cohesión social basada en la agricultura y el comercio. Esto implica que el anillo podría haber servido como un recinto ceremonial o una herramienta de cohesión comunitaria.
En cambio lo que nunca se ha excavado en el Anillo del Brodgar es el centro del círculo. Algo curioso ya que en otros henges repartidos por la geografía británica, como el de Averbury, se vio que dentro del círculo mayor también se distribuían diversas piedras. Así que, ¿quien sabe que futuras sorpresas arqueológicas puede proporcionar esta joya de la Prehistoria? La conservación del Anillo de Brodgar enfrenta desafíos importantes debido a las condiciones climáticas de las Orcadas. Las autoridades están implementando proyectos de preservación para mitigar los daños causados por la erosión y el turismo, con el fin de garantizar que este patrimonio único pueda ser estudiado y apreciado por futuras generaciones.