Casa fantasma de Rachel Whiteread
Rachel Whiteread, nacida en 1963 en Londres y formada en diversos centros artísticos de la capital británica y de la bohemia ciudad costera de Brighton, se convirtió en 1993 en la primera mujer escultora del Reino Unido que recibía el prestigioso Premio Turner. Precisamente el mismo año en el que realizó esta singular escultura en el número 193 de la londinense Grove Road.
Un ejemplo del tipo de trabajos que realiza, en los que concede una importancia clave a los materiales, bien sean hormigón, acero, yeso o resinas. Unos materiales que trabaja con métodos muy tradicionales para generar moldes con los que hacer réplicas. Pero ella tiene la particularidad, como en esta Casa Fantasma, de que parte de un objeto real, del cual saca un molde, mientras que el original va a ser destruido.
Whiteread creó la obra rellenando de hormigón y acero una casa real que estaba destinada a ser derribada. De manera que lo que había sido una vivienda de siglos atrás se transformó en una estructura inexpresiva, de aspecto deshumanizado e industrial.
Está claro que con ese propósito de hacer desaparecer la obra inicial iba a generar polémica y también interés. De hecho la creación de este molde elaborado a partir de la última casa victoriana que ha habido en esa calle de Londres, le sirvió como alcanzar renombre. No solo eso, abrió un interesante debate sobre la presencia de ese molde artificial en el cambiante paisaje urbano del West End de Londres, que a su vez de una forma un tanto inesperada se convirtió en un memorial del patrimonio arquitectónico que se había perdido en esa zona histórica de la ciudad.
No obstante, al igual que las casas victorianas, también la obra de Whiteread fue demolida tan apenas unos meses después de su construcción. Y aunque parezca paradójico, todavía aumentó más su fama y tanto las fotos como las declaraciones que se hicieron al respecto, a día de hoy son su gran legado.
La verdad es que esta obra tan singular por su concepto, realización y duración fue todo un detonante para que explotara la carrera de Whiteread. Ya hemos comentado que le sirvió para ganar el Premio Turner, cuya dotación económica donó, pero es que a partir de entonces ha tenido una trayectoria tan brillante como imparable. Por ejemplo, poco después recibió el premio a mejor artista joven en la Bienal de Venecia, y más tarde ha creado monumentos, memoriales y exposiciones como muchas ciudades de Europa. Tal es su fama y prestigio internacional que incluso en 2006 fue nombrada Dama Comendadora del Imperio Británico.