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Mujer sentada de Catalhöyük

Publicado por A. Cerra

Mujer sentada de Catalhöyük

Catalhöyük es un magnífico yacimiento de la época del Neolítico. Un lugar ubicado en la región de Anatolia, en Turquía, y que alcanzó su época de máximo esplendor aproximadamente entre los años 6.500 antes de Cristo y 5.600 a. C.

Se trata de un gran poblado en el que las viviendas se construyeron con adobes rectangulares de barro. Y a partir de los restos materiales hallados se puede deducir que eran un pueblo bastante pacífico que trabajaba la cerámica, la cestería y también con diferentes textiles.

A la vez en esas mismas casas, además de descubrir algunas de sus costumbres, como que dejaban los cuerpos de sus difuntos para que se los comieran los buitres antes de enterrarlos, también se han hallado distintas manifestaciones artísticas. Algunas son en forma de pinturas, como las que hay de carácter muy esquemático donde se representan escenas de caza.

Aunque quizás lo más interesante sean las obras escultóricas que han aparecido. Entre ellas esta figurilla de barro conocida como Mujer sentada de Catalhöyük, datada en torno al año 6.000 antes de Cristo y que en la actualidad se conserva y expone en el Museo de las Civilizaciones de Anatolia en Ankara, la capital de Turquía.

Esta obra siempre se ha relacionado con la conocida como Venus de Willendorf. Si bien es cierto que esta es una creación bastante más antigua, de hecho esa Venus paleolítica es una de las primeras esculturas que se conocen de la humanidad.

Sin embargo, pese a la diferencia temporal es verdad que puede haber nexos de unión, ya que estaríamos ante la representación de una fémina que se convierte en un claro símbolo de fertilidad. En ese sentido se entiende que la veamos bastante gruesa y desnuda, en una especie de trono, o quien sabe como si estuviera dando a luz en ese preciso momento.

Por cierto, a diferencia de otras representaciones similares, aquí no solo está la mujer, sino que está flanqueada por dos leopardos. Algo que nos serviría para identificarla como una verdadera deidad de la época.

La verdad es que cuando se halló la obra durante una fase de excavaciones en los años 60, tan solo se encontró una de esas cabezas de leopardo, pero se dedujo que habría otra, de manera que no se dudó en añadirla. Y así ha quedado hasta hoy.

Ese hallazgo, también nos da otras claves para saber algo más, o al menos especular sobre esta Mujer sentada de Catalhöyük. Y es que la pequeña figura se encontró dentro de un recipiente que servía para almacenar grano, y estaba en una casa particular. Por lo tanto todo parece indicar que se trataba de una pequeña estatuilla de carácter popular y doméstico. Y realmente en otros puntos del yacimiento se han encontrado vestigios de otras imágenes similares, en forma y tamaño, si bien más incompletas en la gran mayoría de los ejemplares.