Mujer ante el espejo de Julio González
Esta obra del escultor español Julio González (1876 – 1942) forma parte de los fondos de arte moderno del I.V.A.M de Valencia.
La obra la realizó entre 1936 y 1937, y para ella usó su material predilecto: el hierro. De hecho, Julio González está considerado como el mejor escultor del mundo trabajando el hierro como material artístico durante el periodo de entreguerras. Y es que Julio González, barcelonés de nacimiento pero parisino de adopción, formó parte de la más vibrante vanguardia artística europea, y estuvo muy considerado tanto por sus compañeros de profesión como por la crítica de arte.
Sus orígenes catalanes tuvieron lugar dentro de una familia de orfebres y herreros. Es decir, llevaba la tradición del hierro en la sangre. Y él quería ser artista, por eso en 1900 emigra a la ciudad más activa y vanguardista del momento: París, donde en un principio trabaja siguiendo el dictado del estilo Modernista e influenciado por las formas rotundas y sensuales de Aristide Maillol. No obstante, su arte va evolucionando hacia la experimentación y abstracción, de lo cual es un magnífico ejemplo esta obra Mujer ante el espejo.
Aquí ya utiliza una técnica que le enseñó otro escultor español afincado en París, el aragonés Pablo Gargallo. Esta técnica era la soldadura autógena, un recurso sin el cual no hubiera conseguido realizar las personalísimas formas que aplicaba a sus esculturas férreas.
De hecho el hierro le fascinaba y lo describió así: