Columna Vendôme de París
Esta Columna Vendôme de París es una obra que la podemos situar al mismo tiempo en dos apartados del arte Neoclásico. Por un lado podría catalogarse como arquitectura ya que se trata de una columna, es decir, un elemento de esa disciplina artística, y además se trata de una columna de unas dimensiones más que considerables, ya que alcanza los 44 metros de altura con un diámetro de 3,60 cm. Sin embargo, las columnas en arquitectura son básicamente son elementos sustentantes, y en este caso es evidente que no sostiene absolutamente nada.
De hecho, para la único que sirve de soporte es para un prolongado relieve escultórico en todo su fuste. Y además toda ella es como un desproporcionado podium para la figura que aparece en su punto más elevado. Por eso también puede ser catalogada en el apartado de la escultura neoclásica.
La obra ocupa el centro de la plaza del mismo nombre, Place Vendôme, en el centro de París. En esta plaza y en ese mismo emplazamiento, años antes a que se levantara la columna hubo una estatua ecuestre del rey Luis XIV de Francia. Sin embargo, aquella efigie del Rey Sol fue derribada durante los episodios de la Revolución Francesa.
Pero después, Napoleón Bonaparte decidió que este era un lugar ideal para levantar un monumento en recuerdo de una de sus mayores glorias militares, la famosa Batalla de Austerlitz. Por ello mandó construir aquí la Columna Vendôme, que como otras muchas de sus obras encontró inspiración en la Roma Imperial. En este caso es evidente que se basa en la Columna Trajana de varios siglos antes. Al igual que otros edificios napoleónicos repartidos por la ciudad como La Madeleine o los Arcos del Carrusel o de la Estrella, también tienen sus propios referentes en la arquitectura clásica romana.
La Columna se construyó entre los años 1806 y 1810, y fue inaugurada precisamente el día del cumpleaños del Emperador, ya que era sobre todo una obra en su honor. A lo largo de todo su recorrido, y en sentido ascendente, se labraron episodios de la Batalla de Austerlitz, sucedida en 1805, y para ello se utilizó la chapa de bronce refundida con el bronce de los cañones requisados a los ejércitos vencidos del zar de Rusia y del emperador de Austria.
Originalmente el remate de la cultura era una escultura, obviamente de Bonaparte, que en este caso iría vestido con un atuendo a la antigua, prácticamente disfrazado de César romano. Esa escultura se mantiene hoy, aunque durante un tiempo, curiosamente bajo el gobierno de Napoleón III, fue quitada de ese lugar.