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Columna rota de Frida Kahlo

Publicado por A. Cerra

Columna rota de Frida Kahlo

La inmensa mayoría de obras que componen la producción pictórica de la artista mexicana Frida Kahlo son autorretratos. Ella fue su modelo, por varias razones, ya que era el modelo a la que más conocía y además hay que tener en cuenta sus impedimentos físicos, debidos a un grave accidente que la inmovilizó durante mucho tiempo y le dejó secuelas de por vida.

A la edad de 19, en 1925, fue víctima de un accidente entre un autobús y un tranvía. Aquel accidente le hirió en todo el cuerpo, pero sobre todo dañó su columna vertebral, así como un hierro le atravesó el útero, impidiendo que posteriormente pudiera tener hijos.

Aquel accidente no solo la dañó físicamente durante todo su vida. Además de los impedimentos de movimiento y de los terribles dolores y sufrimientos, también la situación tuvo un reflejo en su carácter, que quedaría inundado por la tristeza. Todas esas cualidades y condiciones quedan plasmadas en muchos de sus retratos, pero en pocos de ellos se muestra de una forma tan evidente y palpable como en esta obra titulada explícitamente Columna rota.

Se trata de un óleo sobre tela que realizó en el año 1944 y que en la actualidad se conserva dentro de la colección privada del Museo Dolores Olmedo Patiño de la propia Ciudad de México.

En él vemos un retrato de busto de la artista, la cual se pinta con el corsé de acero que tuvo que llevar para sujetar su cuerpo. Pero no solo eso, sino que abre su torso y muestra el interior de su organismo en el que aparece una columna jónica rota. Por otra parte, todo su cuerpo está horadado por clavos, como si fueran metralla que ha dañado y afeado todo. Y de todos los clavos, el más grande está en su corazón, simbolizando así que su dolor no solo era físico. Una impresión que se refrenda si observamos su rostro, y comprobamos que está llorando.

La imagen de su cuerpo contrasta enormemente con el fondo árido y agrietado de la tela, sobre todo gracias a los colores fuertes que caracterizan el estilo de Frida, calificado a veces de estilo naïf, aunque su temática no fuera nada infantil. De hecho, esta imagen es una expresión brutal del dolor.

A esa sensación ayuda que su pose y gestos tienen mucho que ver con algunas imágenes cristianas de martirios. Ella también nos muestra sus heridas. Pero las sufre de una manera estoica. Por ejemplo, está llorando, pero su rostro no expresa dolor, está aguantando.

Lo cierto es que también su arte se ha vinculado con la pintura surrealista a veces. Si bien es cierto, que no pinta sueños sino su propia realidad. Por esa razón, muchos autores dicen que el estilo de Frida Kahlo simplemente es el suyo, personal e intransferible.