Efebo critio
Esta obra escultórica tiene un tamaño de 86 centímetros y fue realizada en mármol. Está datada durante el primer cuarto del siglo V antes de Cristo, y su autoría se adjudica al escultor griego Kritos.
Por sus formas y las fechas estimadas de realización está catalogada dentro del estilo severo de la escultura griega. Y en relación a otras obras precedentes del estilo arcaico, se puede apreciar una ligero cambio de postura, con un suave giro y la inclinación de la cabeza del personaje. Con este sencillo cambio se están cambiando las rígidas formas del estilo arcaico de obras como el Kouros de Sunion o el Moscóforo.
El peso de la figura recae sobre la pierna izquierda, mientras que la derecha tiene la rodilla flexionada, lo cual produce un desnivel en las caderas. Y la línea de los hombros no es paralela a la de las caderas, ya que no es horizontal. Se trata de pequeños matices y de distensiones mínimas pero decisivas para la evolución del arte griego, y por lo tanto para toda la Historia del Arte. De hecho, con estos pequeños avances se está abriendo el juego para la incorporación a la escultura del juego de músculos tensos y relajados, miembros rectos y flexionados, lo cual alcanzará su máximo esplendor a partir de mediados del siglo V antes de Cristo con la escultura griega del periodo clásico y su evolución en los años siguientes dentro del periodo helenístico.
Por otra parte, no hay que olvidar que se trata de una obra previa al estilo griego más clásico, algo que queda de manifiesto al observar que se trata de una anatomía que es una simplificación del natural. No obstante, se puede ver que el artista posee una perfecta comprensión de las formas naturales.
Se trata de una obra que ya no es solo frontal, sino que puede ser vista también desde sus laterales y también desde la parte trasera.
En definitiva, el escultor griego Kritos es un importante eslabón en la evolución formal del arte griego. Uno de los primeros en los que se ve que su fuente total de inspiración es la naturaleza.
De este artista se conservan otras obras, como el famoso Efebo rubio del Museo de la Acrópolis de Atenas. Si se comparan ambas obras, se puede ver que el rostro del Efebro critio es menos expresivo. Aunque la pose con la cabeza levemente inclinada hacia la derecha es similar en ambas obras. Además el Efebo rubio debe su nombre a los restos de pintura amarilla que se han conservado en su cabello, una prueba más de que la estatuaria griega en origen tenía un aspecto bien distinto al que nosotros tenemos preconcebido de esculturas blancas marmóreas. Ya que en origen se trataba de esculturas que posteriormente recibían pintura, en muchas ocasiones con colores bien chillones. Algo similar a lo que ocurría en los relieves y esculturas que se aplicaban a la arquitectura griega.