Jinete Rampin

Jinete Rampin

Esta obra hay que encuadrarla dentro de la escultura arcaica de la Antigua Grecia, pero tanto por su realización ya a mediados del siglo VI antes de Cristo como por ciertos rasgos en la representación es una obra en mármol que ya ha dado pasos significativos a lo que en la centuria siguiente será el arte clásico.

Basta compararla con otras representaciones masculinas del arte arcaico heleno como el Kuros de Sunión, donde todo es mucho más frontal y monumental. Una obra muy representativa de la rigidez del primer arte griego. En cambio el Jinete o Caballero Rampin es distinto. Para empezar ya no es un solo hombre que camina o que posa firme. Es un jinete y está a caballo. Por cierto, es una de las primeras figuras ecuestres de la historia.

Además si nos fijamos en su rostro los rasgos más arcaicos como los ojos almendrados o la sonrisa forzada están presentes. Pero la frontalidad se rompe con un pequeño giro de cabeza. Y también hay que destacar que se ha representado al personaje con barba y el cabello trenzado más corto de lo habitual. Lo cual da para especular que se trata de un retrato personalizado.

Aunque esto es aventurarse mucho ya que no se tiene verdadera seguridad sobre el significado de la obra. Para casi todos sería la representación de un jinete que había vencido en alguna de las celebraciones de juegos en la Grecia Antigua. Aunque para otros tal vez fuera el retrato de algún personaje relevante. E incluso dicen que formaría parte de una pareja de esculturas representando a los gemelos Cástor y Pólux, por lo que tendría un sentido religioso.

Como decimos todo eso son especulaciones. No se sabe a ciencia cierta. Lo que sí que es seguro es que estamos ante una escultura muy interesante en la evolución del arte griego. Y por cierto, una escultura dividida en dos partes y expuesta parcialmente en dos museos muy lejanos entre sí. En el Louvre de París y en el Museo de la Acrópolis de la Atenas.

En el museo parisino se expone la cabeza de mármol, la cual fue hallada en 1877. Pero años más tarde, en 1886, se halló el cuerpo en las ruinas de la Acrópolis ateniense. Al principio no se relacionaron ambos mármoles, pero en las décadas posteriores ya se comprobó que pertenecían a la misma obra. No obstante, siguen separados y hoy en día se expone la cabeza en Francia y el cuerpo en Grecia, donde se ha incorporado una réplica exacta de la cabeza para contemplarla en su conjunto.