El ídolo de Pachacámac
Hace unos 80 años entre los restos del que fuera antigua templo de Pachacámac, ubicado aproximadamente a una treintena de kilómetros de la actual capital peruana, Lima, se halló una escultura de madera tallada de lo más curiosa. Era un ídolo de la civilización inca, y sus dimensiones, tiene 234 centímetros de altura, ya indicaban que debió ser una imagen religiosa importante en su tiempo.
Sin embargo se desechó que fuera el venerado Ídolo de Pachacámac, ya que las crónicas que relatan la conquista española del Perú relatan que cuando llegó a estas tierras Hernando Pizarro, hermano del más famoso Francisco Pizarro, lo había mandado destruir. Algo que supuestamente había acaecido en 1533, cuando el general español consideró que la adoración a esa imagen era algo así como adorar al diablo.
Así que se daba por perdida aquella obra inca. Sin embargo en la actualidad nuevos estudios han hecho que las más modernas tecnologías indiquen que esta obra sí que pudo ser ese Ídolo de Pachacámac.
Para empezar porque ha quedado acreditado que la obra se realizó entre los años 760 y 876. Lo que significaría que durante unos ocho siglos fue venerada como el Creador de la Tierra, es decir, Pachacámac.
Pero la tecnología ha dado más evidencias de la importancia de la figura. En este sentido hay que entender la existencia de trazos de color. La figura estaría policromada, y se han encontrado restos microscópicos de pigmentos blancos para la dentadura o amarillos en la decoración de los tocados rituales. No obstante, el color más llamativo es el rojo. Ya las crónicas españolas relatan que la figura estaba cubierta por el rojo de la sangre. Si bien se trata de un pigmento de origen mineral y muy cotizado en aquellos años. El cinabrio, el cual además tuvo que ser traído de muy lejos, ya que las minas más cercanas están a cientos de kilómetros.
Aunque la importancia de este ídolo y de su templo haría que hasta aquí se trajera todo aquello que se considerada importante para las ceremonias incas. De hecho, los arqueólogos también encontraron aquí plumas de aves de las lejanas junglas tropicales del río Amazonas o descubrieron numerosas pinturas y elementos donde se utilizaron los materiales más codiciados por aquella civilización prehispánica que tantos y tantos secretos todavía guarda ocultos. Si bien con el uso de nuevos métodos de investigación se va sabiendo más de aquel pueblo inca que nos ha legado maravillas tan extraordinarias como la enigmática ciudad de Machu Picchu.