Mano del desierto, de Irarrázabal
Esta es una de las esculturas más emblemáticas del artista chileno Mario Irarrázabal (1940 – ). Un escultor con obras repartidas por muchos países del mundo, pero que es precisamente en la región de Antofagasta, al norte de Chile, donde creó uno de sus grandes hitos escultórico, esta Mano del Desierto.
Se trata de una obra de enormes dimensiones, alcanzando los 11 metros de altura. Así que por su colosal tamaño ya es sorprende, pero todavía lo hace más por el emplazamiento donde se encuentra. En la zona del Desierto de Atacama, uno de los territorios más áridos de todo el globo. Y ahí en ese ambiente desértico e inhóspito esta gigantesca mano para surgir de las entrañas del terreno.
¿Cuál es el significado de esta obra? Lo cierto es que ha dado para diversas interpretaciones desde que se inauguró en el año 1992. Y el propio autor nunca ha aclarado por completo que intención tenía al concebir la obra. De hecho, lo único que ha dicho es que cada visitante debe darle su interpretación. Y así se hace.
Para algunos es tanto una despedida como una bienvenida, depende de sí se va o se vuelve a la ciudad de Antofagasta por la Ruta 5 Panamericana, ya que la escultura está como a unos 75 kilómetros de la urbe. Así que para algunos es como una despedida de un paisaje habitado por los hombres para adentrarse en un medio hostil como el desierto. Mientras que para otros es todo lo contrario, la llegada a un entorno más amable.
No obstante, también le han buscado significados bien distintos. Por ejemplo que es un memorial a todos aquellos desaparecidos durante los años de Dictadura chilena, y la mano sería como una llamada para el recuerdo de todas esas personas y aquellos lamentables acontecimientos.
Por supuesto dada su ubicación y su colosal tamaño, también los hay que han buscado interpretaciones más esotéricas y rocambolescas. Y tristemente, la Mano del Desierto también parece llamar al vandalismo de ciertas personas, que son capaces de llegar hasta aquí para que el cemento de la escultura se convierta en su pared para hacer grafitis.
En definitiva, que se trata de una obra muy conocida y cuyo esquema el autor ha repetido en diversas ocasiones y con distintos formatos. Por ejemplo, hay ideas semejantes en la Playa Brava de Punta del Este en Uruguay, también en un parque de la ciudad española de Madrid, en Venecia, o en otro lugar de Chile, pero ahora al sur del país y muy cerca del mar. Nos referimos a su Monumento de la Mano en Puerto Natales.