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Miraestels de Barcelona

Publicado por A. Cerra

Miraestels de Barcelona

Con el nombre de Miraestels, palabra en catalán que se puede traducir como “miraestrellas” se colocaron en 2005 dos esculturas flotantes en el puerto deportivo de Barcelona, precisamente al final de la Rambla del Mar cerca del famoso monumento a Colón y las conocidas Ramblas.

Inicialmente se instalaron estas dos esculturas sobre las aguas del puerto y ancladas al fondo de modo temporal. Ya que de alguna forma se estaba a la expectativa de como las recibiera el público y si iban a ser objeto de vandalismo. Sin embargo y por fortuna han sido respetadas, y varios años después ahí continúan.

Son dos obras del artista catalán Robert Limós (nacido en 1943). En ellas ha creado la figura de un hombre que obviamente mira a las estrellas, con la cabeza girada hacia el cielo y las manos unidas detrás de la espalda.

El propio autor dijo que se había inspirado en el poeta catalán Joan Brossa, el cual escribió un poemario titulado el Saltamartí, donde se habla de un muñeco que lleva un peso en la base y que aunque se desvíe de su posición vertical, siempre acaba por ponerse de pie y erguido gracias a ese peso. Un figura que el poeta identificaba con el pueblo.

No obstante, Limós también ha dicho que su Miraestels se puede identificar como un hombre que mira al cielo en busca de vida inteligente que entre otras cosas nos ayude al género humano a cuidar nuestro planeta, comenzando por un muy contaminado mar Mediterráneo. Y es que hay que tener en cuenta que este artista ha sufrido dos hechos que han dejado una profunda huella en su obra. El primero fue la muerte de su hijo al que le ha dedicado varias creaciones. Y después el avistamiento de un ovni durante una estancia en Brasil, algo que ha marcado mucho su pensamiento. Y no solo eso, sino que asegura que ha mantenido varios contactos con extraterrestres.

Las figuras en sí están realizadas en fibra de vidrio y con resinas de poliéster. Y como están un tanto alejadas del paso de las personas no se pueden apreciar bien sus dimensiones, pero alcanzan los 3,5 metros de altura.

Son unas figuras que este autor ha repetido en varias ocasiones, como por ejemplo con otra escultura semejante que colocó en Sitges en la misma costa de la provincia de Barcelona. Y quiso colocarla más no solo en ámbitos marinos como Valencia, sino también en ríos como el Ebro en Zaragoza o lagos como el de Bañolas en la provincia de Girona.

En definitiva, que estamos ante una nueva fórmula artística de las muchas que existen en la actualidad. En este caso, esculturas flotantes.