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Panel de los Esclavos

Publicado por A. Cerra
Panel de los Esclavos de Palenque

Panel de los Esclavos de Palenque

Este conjunto de relieves de la cultura maya se realizó en torno al año 723, y en la actualidad se conservan en el museo de la Ciudad de Palenque en el estado mexicano de Chiapas.

A la hora de valorar estos relieves en piedra, la primera cuestión que hay que tener en cuenta es que sus artífices carecían de instrumental metálico, y que fueron íntegramente realizados con el uso de cinceles de piedra basáltica o de diorita, materiales tremendamente duros, pero que por otra parte no permiten la realización de diminutos detalles.

A partir de eso, los estudiosos han intentado desentrañar cual era el método que llevaban a cabo estos artistas. El primer paso que daban era alisar la superficie de la piedra, en este caso calcita. Posteriormente dibujaban con carboncillo sobre esa superficie las líneas básicas de la composición a representar. Luego continuaban excavando los fondos, dejando los motivos en relieve. En esos relieves procedían después a realizar líneas incisas para los detalles. Y finalmente, a los motivos en relieve creados les aplicaban una capa polícroma de pintura, en tonos muy vivos y contrastados, lo que le otorgaba mayor belleza al conjunto y sobre todo mucha fuerza plástica, y al mismo tiempo les servía para ocultar posibles errores en el tallado, que hoy se descubren al haberse perdido la gran parte de esa capa de pintura.

Todo ese trabajo manual y lento se realizó en la ejecución en este Panel de los Esclavos, donde se reproduce gráficamente la entronización de Chaac Zudz, un hecho que historiográficamente sabemos que aconteció el 28 de diciembre del año 721, de ahí que la datación de esta obra resulte tan precisa.

Este importante hecho histórico para el pueblo maya, artísticamente se resuelve de una forma muy sencilla, con una enorme economía de medios.

En el centro de la composición aparece el rey que se sienta sobre los cuerpos sometidos de unos esclavos. Y a ambos aparecen las figuras de un hombre y una mujer, también sobre esclavos, que hacen entrega de los símbolos del poder terrenal.

El valor de estos relieves es enorme, y no solo por su valía artística y su gran ejecución técnica, también por las inscripciones epigráficas que se distinguen y que se han llegado a traducir, aportando mucha información sobre esa época.

Por esas inscripciones o glifos, sabemos el nombre del rey representado, su fecha de nacimiento y su muerte, todos sus títulos, quiénes fueron sus predecesores, así como acontecimientos políticos y militares destacados.

Estos relieves manifiestan un culto incipiente a la personalidad humana, y por ello sabemos que los prohombres mayas llegaban a ser venerados por sus súbditos. Y también, este conjunto artístico sirve para conocer detalles sobre la vida cortesana maya, siempre muy disciplinada y elegante.

Técnicamente, el labrado de estos relieves muestra una labor muy virtuosa y planista, lo cual suscita claroscuros muy poco acentuados y sombras bastante difusas. Al mismo tiempo se aprecia que se puso el máximo esmero a la hora de plantear las composiciones de las escenas, de carácter bastante sobrio, y basadas en las líneas curvas y sinuosas.