San Jorge de Donatello
Se trata de una escultura realizada en mármol por un joven Donatello entre los años 1416 y 1417. Fue una escultura encargada por el gremio de los fabricantes de armas y concebida para ocupar una de las hornacinas de Orsanmichele en la ciudad de Florencia, pero que en la actualidad se conserva y expone en el museo del Bargello de esa misma ciudad italiana.
Como ya se ha dicho es una obra de principios del Quattrocento y salida de las manos de un Donatello de apenas 30 años. Tal vez por eso es una escultura en la que aún se ven características herederas del estilo gótico como son su equilibrio y la leve torsión de la figura. Sin embargo, también se ven rasgos de lo que va a ser la escultura renacentista.
Para empezar por ser una de las primeras obras en las que una figura de un héroe joven se convierte en héroe de toda una ciudad. Algo que también repetirá con otro personaje emblemático para los florentinos, David, del cual realizó dos esculturas de las cuales la más famosa es la que hizo hacia 1440. Y algo que, casi un siglo después, retomará Miguel Ángel con su famoso David.
Con su San Jorge, Donatello estaba evolucionando en su arte escultórico. Él quería sustituir la delicadeza y los refinamientos de obras precedentes por una nueva y vigorosa observación del natural, algo que en este caso se manifiesta en numerosos detalles de la figura, especialmente en cómo están talladas las manos e incluso las cejas.
Pero, como algo propio del Renacimiento, se trata de observar el natural para representar un ideal. Aquí el ideal del hombre caballeresco y también religioso, un joven fuerte, valiente y seguro de sí, con el que se habría de identificar la ciudadanía florentina.
Lo vemos sereno y retador, y transmite sobre todo energía y valor. Algo que se ve en su rostro y también en su postura contenida. Se trata de un personaje con un enorme aplomo y con mucha decisión. Y todo ello nos llega no por los gestos de la figura, ni por una postura exagerada. Todo lo contrario. Todo es contención en su presentación, y en cambio nos llega su fuerza interior y su decisión, con un bello rostro que mira con valentía hacia delante y al propio espectador.
Es sumamente interesante ver en el museo florentino de escultura del Bargello las tres esculturas de héroes de Donatello. Su primer David en mármol de 1408, éste San Jorge también marmóreo, y el último David de hacia 1440 y ya moldeado en bronce. Todos ellos plantean el ideal de belleza renacentista, y sin embargo vemos como la escultura de Donatello ha evolucionado de manera trepidante entre las dos primeras obras y la broncínea hacia un mayor dinamismo y movimiento.