The Washed Ashore Project
Hoy queremos dedicar este artículo a unas obras que al mismo tiempo que las podemos considerar arte, por la faceta creativa y estética que llevan implícita, también hay que considerarlas una denuncia. Una denuncia de carácter ecológico. Y es que la artista estadounidense Angela Haseltine Pozzi puso en marcha hace tiempo un interesante proyecto en el Instituto de Arte y Educación Ambiental de Artula, en Oregón uno de los tres estados ubicados en la costa del Pacífico de los Estados Unidos.
Angela nació en Oregón y ya proviene de una familia de artistas y también naturalistas, de manera que parecía predestinada a llevar a cabo The Washed Ashore Project, algo que se puede traducir más o menos como “el proyecto de lavado en tierra”. Y es que su trabajo ha consistido en reunir un grupo de voluntarios con los que se dedicada a recoger miles y miles de trozos de basura que el mar devuelve a la tierra. Han recogido varias toneladas, y luego esa basura la clasifican para con ella ir creando figuras como las que ilustran estas líneas.
Esculturas hechas con trozos de plástico, cuerdas, redes, madera, metales,… objetos de lo más inimaginable que el mar escupe porque no le pertenecen. Así que el trabajo de esta creadora es saber apreciar esas diferentes texturas y colores para concebir sus creaciones, pero no solo por un mero impulso creativo, sino sobre todo con un objetivo de denuncia de la alarmante situación que tienen los mares de todo el planeta. Se centra en Estados Unidos, pero este problema atañe a todas las costas del mundo.
Un problema gravísimo y que merece toda nuestra atención. De hecho, por su parte dice que este trabajo no lo concluirá mientras sigamos vertiendo basura a nuestros ríos y de ahí a los mares y océanos. Así que lamentablemente parece que nunca dejara de realizar este tipo de creaciones.
Lo cierto es que a lo largo de los años ha hechos ya un gran número de figuras, siempre inspiradas en las criaturas vinculadas al mar y que por lo tanto se ven afectadas por esa ingente cantidad de plásticos y residuos que hay en las aguas. Y son esculturas que ya han viajado por diferentes lugares de Estados Unidos siempre con la idea de crear conciencia respecto a este problema. Además en esa línea no solo realiza esculturas, sino que también prepara un ambicioso proyecto audiovisual para que su labor pueda verse en diferentes foros, como por ejemplo internet.
En definitiva, un ejemplo de cómo el arte a veces va mucho más allá de su vertiente más placentera y hedonista, para convertirse en un buen vehículo para transmitir ideas y cambiar conciencias y comportamientos.