Kikito de JR
En los post sobre arte de LaGuía2000 son muy habituales las obras de siglos atrás, e incluso las más modernas ya se han convertido en auténticos clásicos de nuestro tiempo. Sin embargo, hoy vamos a dedicar ese espacio para hablar de un a creación de rabiosa actualidad. Una gran obra que a finales del pasado verano de 2017 se instaló en el muro que separa las fronteras de Estados Unidos y México, concretamente en el punto que deja a un lado a San Diego en la California estadounidense y Tecate en la Baja California mexicana.
Se trata de un gigantesco mural de más de 20 metros en el que se ha colocado una ampliación gigantesca con la imagen de un niño mexicano, Kikito, que parece asomarse desde su país al lado estadounidense para contemplar que hay allí.
La obra tiene un carácter temporal y la ha creado el fotógrafo y artista callejero JR. Un creador francés del que se desconoce exactamente su identidad, ya que muchas de sus obras tienen un carácter clandestino.
En este caso, él mismo ha relatado que soñó con esta imagen y reflexionó sobre lo que pensaría un niño sobre el muro. Así que hizo un viaje por México y finalmente encontró a Kikito, el pequeño David Enrique, al que retrató e hizo semejante ampliación en formato gigantesco y plasmada en blanco y negro.
La instalación de esta conmovedora imagen ha coincidido con el fin del programa DACA, o sea, el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia en Estados Unidos, una asistencia que el gobierno presidido por Donald Trump ha dejado sin efecto. Sin embargo, el autor ha dicho que él ya había proyectado mucho antes esta intervención, y que su propósito no ha sido de denuncia política, pero sí de invitación a la reflexión y al diálogo. Y es que uno de sus planteamientos es que la obra fuera visible desde ambos lados de la frontera, como así ha sido.
Este es un nuevo hito en la carrera de JR (1983- ) este artista que comenzó su carrera como grafitero adolescente en París. Si bien pronto decidió documentar esos grafitis fotográficamente, tanto los resultados como sus procesos de elaboración, para luego revelar esas imágenes y colocarlas en las paredes de las calles, ya que él siempre ha considerado que la calle es la galería de arte más grande del mundo.
De París, amplió su labor a otros países europeos, siempre centrándose en las creaciones al aire libre, y poco a poco fue adquiriendo más prestigio y madurez. De hecho, su proyecto de Retratos de una generación, en el que colocaba fotografías de jóvenes por las paredes de París comenzó como ilegal pero adquirió posteriormente un tratamiento oficial.
Y esa idea luego la ha trasladado a otros lugares y con otros compromisos, como las gigantescas fotos que de forma clandestina instaló en Israel y Palestina, denunciando la separación de esos pueblos. Algo que también ha inspirado la imagen de este niño Kikito, que ha sido divulgada por los medios de comunicación de todo el planeta. O sea que JR en este caso nos da muchas ideas sobre las que reflexionar, desde la implicación del arte con la vida presente hasta el paso de la clandestinidad al reconocimiento mundial.