Cárceles Imaginarias, Piranesi
A lo largo de la historia del arte son muchos los artistas que han llegado hasta nosotros pero pocos son lo que pueden clasificarse como genios, no de uno u otro campo sino, genios en general por dominar a la perfección varias disciplinas; en el Renacimiento estos hombres eras conocidos como humanistas y quizás Leonardo Da Vinci sea el prototipo de hombre humanista más conocido pero en absoluto el único. La obra que aquí nos ocupa es parte dela producción artística de uno de estos genios que vivió a lo largo del siglo XVIII, Piranesi.
Giovanni Battista Piranesi (1720 – 1778) fue un grabador, arquitecto, arqueólogo e inventor italiano nacido en una pequeña localidad veneciana. Se formó en el campo de la arquitectura de la mano de su tío Matteo Luchesi, uno de los arquitectos más destacados de su época en aquella región y el cual le introdujo el gusto por la arquitectura clásica de Vitrubio o Palladio. No obstante Piranesi no ha pasado a los anales del arte por sus construcciones arquitectónicas, debido a una mezcla de mala suerte y a su concepción artística demasiado arriesgada para la racionalidad imperante en el Siglo de las Luces, el artista tan sólo vio en pie una de sus obras.
Sin embargo la fama habría de llegarle por otros campos. En la década de los cuarenta Piranesi se trasladó a Roma y allí conoció los restos arqueológicos del antiguo Imperio Romano, con un afán descriptivo y una imaginación desbordante el artista comenzó a realizar grabados de las ruinas que rápidamente adquirirían una gran fama.
Como grabador Piranesi fue un artista incomparable, superó a su maestro Giuseppe Vasi en la técnica del aguafuerte y en poco tiempo sus obras alcanzaron fama internacional utilizando además el grabado para difundir sus ideas arquitectónicas. En este sentido puede entenderse el conjunto de grabados realizados con la técnica del aguafuerte que aquí nos ocupan, se trata de una serie de catorce piezas en las que el artista ha diseñado de manera innovadora las prisiones más inauditas.
En este punto cabe destacar que las obras de Piranesi pertenecen a una categoría artística denominada como arquitectura utópica –dentro de la cual se enmarcan obras tan singulares como el Cenotafio de Newton de Boullée- que no son posibles de realizar pero que constituyen un alarde de fantasía constructiva. En esta ocasión el artista ha combinado un sinfín de estilos arquitectónicos (arquitectura griega, renacentista, barroca…) tanto en los elementos constructivos como en la decoración.
En esta ocasión el artista nos deleita además de con la arquitectura que plantea con un interesantísimo contraste lumínico a base de luces y sombras que se difuminan o se potencian en los diferentes espacios y que refuerzan esa sensación de enclaustramiento de las cárceles.
Estas cárceles imaginarias de Piranesi aparecieron por primera vez publicada en 1749 sin el nombre de su autor y unos años después, en la década de los sesenta el artista, reeditó una segunda serie de Cárceles en las que se incluía su nombre además nuevos grabados.