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Caprichos arquitectónicos de Pannini

Publicado por A. Cerra

Capricho arquitectónico de Pannini

Giovanni Paolo Panini (1691 – 1765) pintó numerosos cuadros similares a los que aquí vemos. Y los solía titular con el nombre genérico de Capricho arquitectónico. Se trata de obras en las que hacía una mezcla caprichosa de los restos y ruinas de la Roma Clásica y de la Antigüedad.

Fueron un tipo de composiciones que también trabajó su compatriota y contemporáneo Giovanni Battista Piranesi, como por ejemplo podemos ver en Cárceles imaginarias. Se trataba de un tipo de obras de tamaño reducido ya que estaban destinadas a los muchos aristócratas europeos que durante el siglo XVIII comenzaron a recorrer Italia para descubrir sus joyas artísticas y del pasado.

Eran algo así como las vedutte que en Venecia pintaban Canaletto o Francesco Guardi. Pero en el caso de los cuadros de Panini eran más fantasiosos, y hacía composiciones en las que iba mezclando a su antojo elementos clásicos que se podían encontrar lejanos entre sí. E incluso obras que estaban a resguardo en los salones de palacios o de museos, él los colocaba en mitad de las calles romanas.

Otro Capricho arquitectónico de Pannini

De esta manera podemos ver imágenes imposibles del Coliseo Romano junto a la Columna Trajana, o el propio Panteón de Agripa. Además de que no solo junta edificios distantes entre sí, sino que no duda en reconstruirlos virtualmente si lo considera oportuno. Y dispersas por las calles se descubre la estatua ecuestre de Marco Aurelio o la del Gálata moribundo. Al fin y al cabo no engaña a nadie, y desde el comienzo ya nos avisa de que se trata de un “capricho”.

En definitiva se inventa una especie de Foro Romano bien diferente al que en realidad todavía se puede visitar hoy en día en el corazón de la capital italiana.

Todo esto hay que ponerlo en valor de acuerdo en un momento histórico y artístico concreto. Por un lado está el hecho de ese Gran Tour aristocrático que se puso de moda entre las élites europeas, que buscaban instruirse y sumergirse en ese pasado clásico del país transalpino. Lo que significó que muchos comenzaran a crear sus propias colecciones de arte antiguo, mientras que otros adquirían arte que se convertía en el exquisito souvenir de este viaje por Italia.

Y por otro lado hay que tener en cuenta el agotamiento estético que ya sufría el arte barroco, que ya había llegado a un recargamiento absoluto para esas fechas. Algo que iba a tener como reacción el estilo Neoclásico, al cual sin duda inicialmente ayudaron composiciones como estas de Panini, que del modo más literal se inspiraba en las formas clásicas.