Las funciones del museo
Desde el s.XVIII, en que nace el museo moderno, hasta hoy día, ha habido un cambio sustancial en las instituciones museísticas.
Hay que tener presente que, si bien en el s.XVIII las colecciones aún respondían a conceptos de carácter de gabinete, en estos momentos se pueden encontrar ya la conservación y la exhibición como funciones primordiales (y aún hoy día perseguidas por dichos centros).
Junto con esto, una función inherente al museo desde su creación como institución de carácter público ha sido la clasificación (paso previo necesario para la muestra de dichas colecciones) o, por extensión, la investigación.
Con el transcurso del tiempo, y a la par que avance la técnica, estos aspectos han ido variando, evolucionando. Pero no sólo esto sino que, además, el cambio en la sociedad y en el pensamiento ha posibilitado el desarrollo de una mejor comunicación y el ofrecimiento de un deleite asociado al conocimiento de la obra.
Así, durante el s.XIX, se producirá en toda Europa un movimiento pedagógico educacional, al hilo de una serie de nacionalismos, que se generalizará a partir de la Exposición Universal de Viena afectando a muy diversos ámbitos y también a los museos.
Surgen los primeros museos pedagógicos, con la finalidad de fomentar la didáctica en líneas generales, que planteaban el hecho de que las colecciones debían servir también para la educación y que permanecerán hasta la llegada de los Institutos pedagógicos.
Esta corriente de opinión de la función educativa de los museos alcanzará su máximo desarrollo en la Norteamérica de los años 30 con el surgimiento de un gran número de museos privados (cuantas más actividades proponga el centro, más gente acudirá y mayor será el conocimiento y prestigio del centro).
En Europa los museos eran mayoritariamente públicos, así que se consideraba que esta necesidad era menor, aunque ya durante la II República comenzará a asomar el interés por los programas educativos, tendencia que se generalizará en todo el mundo a partir de la II Guerra Mundial, considerándose ya la educación, desde las instituciones oficiales, como un factor fundamental dentro de los museos.
Además, a raíz del nacimiento del ICOM y las primeras definiciones de museo, surgirá también la idea de deleite asociada a estos centros.
Así se puede decir que, desde la configuración moderna del museo, éste ha venido realizando una serie de funciones indispensables para la salvaguarda y el conocimiento del patrimonio histórico-cultural, con la evolución que ha supuesto la concepción de los primeros museos como lugares de reunión y conservación de piezas hasta la idea actual de espacios enfocados en especial hacia la educación y recreación del público visitante.