Los museos en España (I) – Sus orígenes
Al igual que sucederá en el resto de Europa, desde el s.XV las colecciones que más tarde conformarán parte de los fondos museísticos en España van a ser eminentemente monárquicas. Atrás quedan las colecciones medievales de carácter religioso y apologético, dando paso a una tipología diferente de reunión de piezas, de carácter ecléctico, vinculada a la nobleza y de la que es destacable su carácter erudito.
En este proceso de cambio hacia un humanismo museológico, el monarca Carlos I desempeñará un papel fundamental: con él, el coleccionismo adquiere un valor renacentista. La espectacular colección que llegará a reunir, a partir del legado de su abuelo Maximiliano I, constaba de numerosas piezas procedentes del mundo de las armas, así como obras de arte españolas, italianas y flamencas, objetos científicos y cartográficos y testimonios provenientes de América.
Esta tendencia monárquica al coleccionismo tendrá su eco entre los intelectuales de la época, los cuales imitarán a sus regentes acaparando el mismo tipo de objetos que éstos. Se crean así círculos de eruditos que amplían colecciones y, además, el auge de la Contrarreforma propiciará la aparición de otras colecciones relevantes surgidas en torno a determinados edificios religiosos (será una tendencia breve que no implicará una vuelta al coleccionismo de tesoros eclesiásticos).
Ya en pleno s.XVI, otro monarca, Felipe II, continuará la estela dejada por su padre, superando a éste en amor por ciertas piezas de arte. Incluso antes de gobernar, su inclinación al coleccionismo es apreciable en su gusto por la adquisición de pequeños objetos durante el transcurso de sus viajes.
Felipe II amplía nuevamente la colección heredada y la dota de algo muy importante: una organización científica. La preocupación por esta posesión le lleva incluso a establecer determinadas partes de El Escorial como espacios de guarda de las diversas muestras de artes que integran dicha colección. También planteará la posibilidad de mostrarla al público y esta idea, aunque nunca se llevó a la práctica finalmente, es importante, puesto que Felipe II otorga a su colección la capacidad de desempeñar una función social educativa, sobreponiéndose a la concepción de colección como una mera reunión de objetos curiosos y/o valiosos y artísticos susceptibles de generar placer y conocimiento en su dueño e invitados. El arte como un bien social es la idea subyacente en su planteamiento, adelantado dos siglos.
Un paso más en el proceso de cambio en la idea de coleccionismo lo dará Felipe IV, quien empleará a personas que le asesoren y adquieran piezas por él (como Velázquez, que llegará a ser nombrado conservador de la colección).
Surgen, además, en este s.XVII los primeros catálogos y escritos acerca de las colecciones de mano de teóricos como Carruchio, junto con un coleccionismo burgués. Existen grandes colecciones pertenecientes a intelectuales en estos momentos (una de las más importantes del país, no monárquica, es la perteneciente a Juan Vicencio Lastanosa), los cuales incluso se mantenían en contacto entre ellos.
Y serán los intelectuales (como Mengs) los que obliguen, ya en el s.XIX, a la muestra pública de las colecciones reales. En estos momentos, en los cuales las ideas ilustradas poseen una amplia aceptación, surgen en España los primeros museos de carácter público, con un clara tendencia a la reivindicación y glorificación nacionalista. Es el caso del Museo del Prado. ejemplo de institución surgida del consenso de las ideas promovidas por la Revolución Francesa y la Ilustración.
Es la Revolución Francesa el punto de partida del origen moderno de la institución museística tal y cómo se conoce en la actualidad, con un público masivo procedente de un estrato de clases mayoritario y una finalidad social. De todas las maneras, la creación de grandes centros museísticos en España difiere de la historia de otras instituciones análogas en Europa, ya que la monarquía aún continuará teniendo un peso importante en los mismos durante todo el siglo. Sin embargo, se dan lugar en estos momentos una serie de condicionantes importantes que desembocarán en la generación de toda una red de museos provinciales y de carácter público.