Bautismo de Cristo, Piero della Francesca
El bautismo de Cristo es una de las obras más conocidas del artista italiano Piero della Francesca (1415 – 1492). No son muchos los datos que conocemos sobre este popular artista, su formación podría haber comenzado en su ciudad natal, Sansepolcro, pero pronto se trasladó a Florencia convirtiéndose en una de las figuras más destacadas de la época renacentista.
La obra del Bautismo de Cristo está realizada según la técnica del temple sobre tabla. Ésta se constituiría como la tabla central de un tríptico destinado a la iglesia de San Juan Borgo en Sansepolcro; las tablas laterales fueron realizadas por Matteo di Giovanni y hoy se conservan en la Catedral de Arezzo mientras que la pieza central de Piero della Francesca lo hace en la National Gallery de Londres.
La datación de la pieza ha sido muy controvertida, algunos historiadores creen que pudo ser realizada en torno a 1439 fecha del Concilio de Basilea que sirvió para unificar la iglesia de Oriente y Occidente y que se relacionaría con las tres figuras que aparecen tras un árbol. Otros estudiosos creen que esta fecha sería demasiado temprana y optan por retrasarla hasta 1460.
La obra representa el momento del bautismo de Jesucristo por parte de su primo San Juan Bautista; Jesucristo se sitúa en el centro de la composición aparece únicamente ataviado con un paño blanco de pureza y en una actitud muy solemne cruza las manos delante del pecho. A la derecha San Juan Bautista ataviado con pieles vierte el agua del río Jordán sobre su cabeza mientras a la izquierda, tras un árbol, vemos tres ángeles con distintos ropajes y en diferentes posturas; lo cierto es que no sabemos con seguridad cual es el significado de estas figuras y mientras algunos optan por la Santísima Trinidad otros creen que se trataría de una referencia a la unificación de las iglesias.
Tras las figuras de Jesús y el Bautista discurre el río hasta encontrarnos con la figura de otro catecúmeno que se dispone a desnudarse en una complicada postura para recibir el bautismo. En el fondo aparecen tres figuras vestidas con ropas bizantinas que serían una nueva alusión a la temática del concilio.
El artista ha representado con gran detallismo el entorno natural en el que se desarrolla la escena y que se correspondería con la región de Umbría, en este sentido destacan los reflejos del paisaje en el río Jordán o la minuciosidad con que se representan los árboles.
La luz es sabiamente empleada en el modelado de las figuras para otorgarles un aspecto volumétrico y escultórico, de hecho la figura de Jesucristo muestra un ligero contrapposto que nos permite relacionarla con la estatuaria clásica al igual que su la encarnación blanquecina.
En la obra de Piero della Francesca encontramos alusiones a la sección aurea en la composición de la tabla o en la división que el árbol hace del entorno. Además se presenta la unión del mundo celeste representado por la zona superior semicircular y el terrenal que se representa por la parte inferior cuadrada.