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Poliptico de la Misericordia, Piero della Francesca

Publicado por Laura Prieto Fernández

El políptico de la Misericordia es una de las obras de Piero della Francesca que mayores controversias ha causado a lo largo de la historia. A día de hoy ni su datación ni la autografía de ciertas partes del retablo están aún esclarecidas; la obra fue realizada siguiendo una técnica mixta de óleo y tempera sobre tabla. En realidad no resulta extraño que apenas se conozcan datos sobre la obra ya que tampoco son demasiadas las noticias que tenemos sobre el artista renacentista.

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Parece ser que Piero della Francesca nació en la localidad de Sansepolcro, la cual abandonó para trasladarse a Florencia donde se convirtió en uno de los artistas más destacados del primer renacimiento. A lo largo de su carrera el artista se convirtió en uno de los pintores más solicitados de la época, trabajando para respetables clientes como Federico Montefeltro entre otros.

En esta ocasión el encargo fue realizado por la Compañía de la Misericordia del Borgo de Sansepulcro en una de las ocasiones en las que el pintor volvió a su ciudad natal. El retablo de enormes dimensiones – más de dos metros y medio de ancho y casi tres metros de altura- debía decorar el altar de la capilla de esta cofradía siguiendo las directrices tradicionales de los retablos góticos, estos es: un panel con la imagen central que articula el resto del conjunto y figuras majestuosas recortadas sobre fondos dorados.

En el contrato se estipulaba como el artista debía terminar el trabajo en un plazo de tres años y que ningún otros artista debía intervenir en la ejecución; ninguno de los dos requisitos terminó por cumplirse. En cuanto a la datación parece ser que la ejecución se dilató unos quince años, por lo que una datación aproximada podría darse entre 1445 y 1462.

Un total de quince paneles conforman el famoso retablo pero tan sólo cuatro pertenecen con seguridad a la mano del artista; algunos de los demás paneles presentan una dudosa autentificación mientras que en otros, los de la predela por ejemplo, es fácil identificar el pincel de otro artista diferente.

De las obras de Piero destaca sobre todo la tabla central que representa a la Virgen María acogiendo bajo su manto a algunos de los miembros de la cofradía. Aún se observan algunos rasgos goticistas en la pintura del maestro, de manera que los personajes que rodean a la Virgen son de menor tamaño que ésta debido a la ley jerárquica que otorga una mayor tamaño en la representación al personaje más destacado. Los personajes se disponen en torno a la Madre de Jesucristo de manera simétrica en dos grupos de cuatro y en ellos se hace apreciable diferentes actitudes en sus rostros mientras ella observa desde lo alto a sus protegidos.

Se observa la influencia de artistas como Masaccio en la corporalidad que della Francesca ha otorgado a los personajes o de los estudios Brunelleschi en cuanto al uso de la perspectiva. Además del fondo dorado tan típico de los retablos en la policromía podemos observar un cierto contraste cromático.