Casa de los Vettii en Pompeya
Pinturas en Casa de los Vettii de Pompeya
Pompeya guarda un sinfín de tesoros arqueológicos de época romana. Y es que cuando el volcán Vesubio entró en erupción en el año 79, toda la ciudad quedó sepultada por la ceniza y el tiempo literalmente se detuvo para mostrarnos el mejor yacimiento posible. Un lugar donde se han conservado no solo las estructuras de los edificios y calles, así como muchas de sus esculturas. También han llegado hasta nuestros días un sinfín de útiles cotidianos e incluso los cuerpos de gentes pompeyanos que murieron sorprendidos por aquella catástrofe natural.
Además los arqueólogos han podido recuperar un tipo de arte que rara vez ha perdurado desde la Antigüedad, nos referimos a las pinturas. De hecho Pompeya con conjuntos como la famosa Villa de los Misterios o la Casa de la Venus de la Concha ofrece un muestrario pictórico excepcional y que muestra la evolución de este arte en la cultura romana.
Pues bien otra de las construcciones que cuenta con un maravilloso repertorio de pinturas murales es la Casa de los Vettii. Una enorme mansión de más de 1.000 metros cuadrados que perteneció a los hermanos Vettii, dos libertos que alcanzaron una tremenda prosperidad económica gracias al comercio de vino.
No dudaron en decorar toda su vivienda con un conjunto de pinturas extraordinarias, siguiendo los gustos del momento y que se ha denominado IV estilo Pompeyano. Todo el conjunto es fastuoso por las estatuas, los jardines dentro de la mansión o las fuentes. Y desde luego por las pinturas, con algunas que se consideran obras maestras del arte romano. Por ejemplo la figura de Príapo, deidad a la que se encomendaron los hermanos. Príapo era dios de la fecundidad, y por eso fue pintado aquí con un enorme pene. Esa era una de las primeras pinturas que veían los visitantes de la casa.
Al fin y al cabo, Príapo entre los mitos de la Antigua Grecia era uno de los dioses más desinhibidos. No podía ser de otro modo, siendo hijo de Dionisio y de Afrodita. Y también se le vinculaba con la protección de los huertos, los jardines y las cosechas.
No es la única pintura de carga erótica, ya que hay toda una habitación con frescos muy explícitos sobre prácticas sexuales. De hecho, los arqueólogos e historiadores piensan que esta estancia estaba destinada a una prostituta.
Independientemente de eso, por toda la casa residencial hay pinturas con escenas mitológicas y con alusiones al comercio o los cultivos. Eso sí, esta decoración solo aparece en las estancias destinadas a sus propietarios y los invitados, ya que los cuartos donde estaba el servicio no tenían decoración alguna.