Arte

Deportistas de Malevich

Publicado por A. Cerra
Deportistas de Malevich

Deportistas de Malevich

Esta obra pertenece al pintor ruso Kasimir Malevich, quién ya la realizó en sus últimos años de vida, cuando ya pintaba sus obras de la fase postsuprematista.

Y de hecho aquí se puede ver como se trata de una obra en la que ya ha vuelto la figuración, algo que era prácticamente impensable durante los años precedentes cuando pintó algunas de las obras más emblemáticas del estilo suprematista, como son Cuadrado negro sobre fondo blanco o Caudrado rojo y cuadrado negro. Obras en las que como dicen sus títulos únicamente aparecían formas geométricas y colores.

No obstante, pese a la apariencia formal diferente de esta obra más tardía titulada Deportistas, en el reverso del cuadro se puede leer escrito de puño y letra del propio Malevich la siguiente frase: “Suprematismo en el contorno de los deportistas”. Unas palabras que nos hablan de su definición de este controvertido movimiento de vanguardia que él describía y defendía como “un arte de los colores puramente pictóricos, cuya independencia no puede ser reducida a un solo color”.

Otro factor importante para entender esta obra es situarla en el contexto histórico y el momento concreto de la biografía de Malevich en el que fue realizada. Poco antes de iniciarla, en 1930, el artista había pasado por prisión con motivo de los desacuerdos y críticas que hacía a la política cultural de Josef Stalin. Y tal vez por eso, estas cuatro figuras parecen estar presas, en un cuarto sin escapatoria posible, y donde ni siquiera tienen una ventana para ver el exterior.

En realidad, más que personas pueden parecer maniquíes, están completamente rígidos y por supuesto no tienen los rasgos de un rostro que los individualice y distinga uno de otro. Todos en la misma postura. Y pese al título de Deportistas, nada en la tela hace que se les pueda identificar como tales.

El deporte para Malevich lo concebía como un sinónimo de vida, de vida sana y de goce, por ejemplo del aire libre. Sin embargo, aquí no se intuye nada de eso. Al contrario, parece que todo esté controlado por una fuerza superior que evite cualquier emoción. Está claro que esas cuatro figuras hieráticas, las usa para hacer una crítica a la cruenta política de terror y de represión que llevaba a cabo por aquellos años el gobierno soviético, con el implacable Stalin al frente. Una época en la que fueron perseguidos todos aquellos rusos que no mostraban una total adhesión al régimen, desde los campesinos hasta los intelectuales, incluido Malevich y otros artistas de su tiempo.

Pictóricamente hablando se ve como el pintor aplica los tonos de color sin gradación alguna, y forma con ellos figuras que tienden a la geometría. Todo esto destaca enormemente sobre el característico fondo blando de Malevich, un fondo que simboliza el infinito, o más bien la nada, el abismo que rodea a las personas.