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Ecce Homo, el Bosco

Publicado por Laura Prieto Fernández

El Ecce Homo es una obra realizada en óleo sobre tabla de roble por el artista flamenco Hieronimus Bosh más conocido con el sobrenombre de El Bosco. Según los estudios realizados en los últimos años la pieza podría tratarse de una obra realizada en los últimos años del periodo de formación del artista, más o menos coetánea a otras tablas como la de La Adoración de los Magos que en la actualidad se encuentra en el Museo del Prado de Madrid.

Hieronimus Bosh, conocido como El Bosco y cuyo verdadero nombre era Jeroen Van Aken (1450 – 1516) es una de las figuras artísticas más destacadas del Norte de Europa. Junto con Jan Van Eyck el Bosco es el mejor representante de la pintura de los conocidos como Primitivos Flamencos. En realidad, no se conocen muchos datos acerca de la vida del artista pero parece ser que el pintor holandés nació en la localidad de Bolduque; perteneciente a una larga estirpe de pintores – su abuelo, su padre y su hermano mayor también fueron artistas- el Bosco debió comenzar su formación en el taller familiar.

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A menudo las obras del artista han creado gran confusión entre los historiadores del arte; el Bosco apenas firmó unos pocos lienzos de su vastísima producción y no fechó ninguna de sus obras. Además el artista fue tan popular en la época que cosechó un buen número de seguidores que copiaban sus cuadros y los rehacían en diferentes versiones dando lugar hoy a múltiples equivocaciones.

La obra que aquí nos ocupa no se encuentra firmada ni fechada pero parece ser que pudo ser realizada en torno a 1475 o 1476. Similar al Ecce Homo encontramos una copia en el Museo de Bellas Artes de Boston y una versión diferente realizada por un seguidor del artista en el Museo de Arte de Filadelfia en Estados Unidos.

Se trata de una escena de tema bíblico extraído del Nuevo Testamento. Poncio Pilato tras interrogar en privado a Jesús de Nazaret lo presenta ante la multitud para aclarar que él no encuentra culpa alguna en el detenido y para preguntar al pueblo si prefiere que libere a Jesús o a Barrabás. Jesús y Pilato son el centro de la composición; Jesucristo aparece vestido con un paño de pureza blanco, una capa azulada y corona de espinas, en su cuerpo se aprecian las marcas de la flagelación. Por su parte Pilato está ataviado a la manera orientalizante y mira al detenido con un gesto de repudia. Ambos se encuentran sobre el podio de un edificio elevado y tras ellos se aprecia un grupo de soldados.

A los pies del edificio una multitud enfurecida grita pidiendo el ajusticiamiento del reo; algunos hombres portan lanzas, antorcha y levanta sus brazos en clamor. En la esquina inferior derecha se aprecia, como si de figuras fantasmales se tratase, el comitente de la obra que junto a su familia mandó ser representado de rodillas presenciando la escena. En el siglo XVII las figuras de los comitentes fueron eliminadas.