El abrazo de Genovés
Este cuadro es un buen ejemplo de valor simbólico en el imaginario colectivo que a veces puede llegar a adquirir el arte. Se trata de una obra que se ha convertido en todo un emblema del periodo de la transición a la democracia que se llevó a cabo en España después de la muerte del dictador Francisco Franco.
La obra se pintó en el año 1976 por el artista Juan Genovés. Una obra que se ha relacionado con un acontecimiento concreto que ocurrió en esos años tan convulsos. Se trata del asesinato terrorista que hubo en un despacho de abogados laboralistas en el centro de Madrid. Si bien, aquel episodio ocurrió en 1977, con posterioridad a la pintura. Sin embargo, la obra se ha transformado en la expresión del movimiento social que motivó el atentado. El cual fue superado con la lección que supuso la unión del pueblo, tal y como se ve en este cuadro.
Así que pese a la diferencia de fechas, la misma imagen se ha transformado en un monumento conmemorativo ubicado en la zona donde se cometió aquel terrible asesinato de carácter fascista. Si bien, siguiendo un criterio histórico hay que decir que el antecedente de la obra fue un cartel clandestino que le encargaron a Juan Genovés para pedir la amnistía de los presos políticos.
Pero con el paso del tiempo, la obra ha ido más allá de episodios concretos. Y seguramente eso lo distingue de muchas con intenciones semejantes, e incluso con mayores valores artísticos.
Se trata de un cuadro, de dimensiones considerables (151 x 201 cm) pintado sobre lienzo con la técnica del acrílico, forma parte de la colección de arte contemporáneo del Centro de Arte Reina Sofía. Sin embargo por el valor simbólico de la obra, hoy en día cuelga en los salones del Congreso de los Diputados, sede de la soberanía popular y espacio para la democracia por antonomasia.
No obstante, además de por su contenido simbólico, es indudable el valor artístico del lienzo. En él vemos un fondo blanco, y todo un grupo de personas formando un único grupo gracias a su abrazo. Y ninguno de ellos llama la atención más que otro, e incluso ni se les ve la cara. Una idea con la que el autor quiso plasmar la reconciliación de los españoles.
Un pintor que siempre ha querido que su arte ayudara a transformar la sociedad, y por supuesto se enfrentó a la dictadura con obras de denuncia, con un estilo que se ha llamado realismo político. Si bien a lo largo de su trayectoria, nació en 1930, ha seguido diversas corrientes y estilos estéticos. No obstante, con ninguna otra de sus obras ha llegado a alcanzar el nivel de El Abrazo, una obra que como él mismo dice ya no le pertenece, y es propiedad del pueblo.