El censo de Belén, Brueghel el Viejo
En la mayoría de ocasiones los artistas representa en su lienzos una historia concreta, centrándose en una temática particular y solamente en los lienzos de gran formato o en los grandes ciclos murales encontramos diversas historias bajo un mismo hilo conductor, esto se debe a que para realizar diversas historias dentro de un mismo lienzo el detallismo de paca una de ellas debe de ser máximo ara que todas ellas cuenten con sentido. En el post de hoy encontramos un artista que supo crear distintas historias dentro de un mismo lienzo con sumo detallismo cada una de ellas y todas con la misma intensidad, se trata del pintor Pieter Brueghel el Viejo y su cuadro El censo de Belén también conocido como Empadronamiento en Belén.
Brueghel el Viejo (1525 -1569) es una de las figuras más destacadas de la pintura flamenca a lo largo de la historia y el precursor de una larga saga de pintores que llevan su mismo apellido. En realidad no son muchos los datos fehacientes que se tienes acerca de su persona pero parece ser que el artista debió de formarse en el taller de Pieter Coecke van Aelst y a mediados de siglo el artista viajó por Italia y Francia para conocer las corrientes pictóricas del sur de Europa. En esta ocasión nos encontramos ante una obra realizada ya en los últimos años, concretamente en el año 1566, en óleo sobre tabla y que en la actualidad se conserva en Los Reales Museos de Bellas Artes de Bruselas, Bélgica.
Se trata de un lienzo que aunque a priori presenta una temática religiosa, el tratamiento que el artista ha conferido al óleo no es tal, más bien todo lo contrario; la escena parece un cuadro de costumbres ya que el pintor ha ambientado el tema en su ciudad natal, Breda, que se encuentra nevada y poco o nada tiene que ver con la ciudad de Belén. Por otro lado debemos señalar como las figuras principales, véase San José y la Virgen María se confunden entre el populacho al mantener el mismo tamaño que el resto de las figuras de la composición. María aparece a lomo de la burra y pese a la túnica con la que se cubre se adivina ya un avanzado estado de gestación. La pareja de jóvenes esposos acude a inscribirse al censo ordenado por el emperador pero la multitud que se agolpa a las puertas de la posada ya parece indicar que les resultará difícil sino imposible encontrar un alojamiento digno.
El resto de los personajes, cada uno afanado en sus quehaceres nos hablan del estilo de vida del mundo rural que Brueghel ha captado a la perfección en su lienzo poniendo gran cuidado en cada uno de los detalles; unos cortan leña, otros la recogen, otros cuidando de los animales… una perspectiva de la población más humilde que el artista retrata con serenidad pasmosa.