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El Coliseo de Piranesi

Publicado por A. Cerra

Coliseo de Piranesi

El veneciano Giovanni Battista Piranesi (1720 – 1778) se formó inicialmente como arquitecto, su gran pasión. Así como estudió perspectiva y también nociones de escenografía. Y con este bagaje entró a formar parte del séquito diplomático de Venecia y como tal viajó en 1740 a Roma acompañando a la comitiva del embajador. Una ciudad que le fascinó y de la que hizo numerosas vistas para los grabados, que después eran muy demandados por los acaudalados viajeros aristócratas europeos que realizaban el Gran Tour por Europa. No obstante, no solo realizaba vistas de la ciudad, también componía imágenes mucho más fantasiosas como su famosa serie de Cárceles imaginarias.

Sin embargo su pasión por la arquitectura, y especialmente por la arquitectura romana superaba cualquiera de sus modelos, así que la dibujó, ilustró y grabó en numerosas ocasiones. Y entre sus referentes favoritos estaba el Coliseo Flavio.

Aquí vemos una de sus creaciones, que por supuesto estaba destinada a grabarse en serie. Al fin y al cabo este tipo de obras eran de muy fácil venta, tanto para los viajeros con dinero como para otros que contaban con economías menos boyantes y solo se podían permitir recuerdos artísticos más baratos que un gran cuadro o un retrato de sí mismo.

Lo cierto es que Piranesi se ganó muy bien la vida con ello. De hecho su serie de Vedute que publicó por primera vez en 1745, tuvo numerosas reimpresiones y grabados durante toda su vida. Su éxito radicaba en que sus conocimientos de arquitectura y su pasión por el arte clásico le hacían que representara los monumentos de la Antigüedad con todo lujo de detalles verídicos. E incluso para los atrezzos que solía ambientar en esos espacios, no dudaba en hacer auténticas investigaciones propias de historiadores y anticuarios. Algo que acabó convirtiéndose en otra fuente de ingresos y de un enorme prestigio, ya que su nombre era muy alabado por muchos arquitectos y diseñadores de Europa.

A ese estudio y esos conocimientos técnicos él le sumaba el saber generar vistas de gran impacto visual. Eso fue especialmente apreciable cuando sacó los cuatro volúmenes de Antigüedades romanas en el año 1756, donde había 250 grabados con gran parte del legado de la Roma imperial, y por supuesto ahí aparece su visión del Coliseo.

Una obra imponente, pero que bajo su prisma todavía lo es más. De hecho a modo de anécdota se cuenta que el escritor alemán Goethe antes de viajar a Roma se hizo con los grabados de Piranesi y descubrió a partir de esas imágenes la capital italiana. De tal forma que cuando viajó a Roma y vio el Coliseo en persona, quedó algo decepcionado al esperárselo todavía más grandioso.