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El paraíso de Tintoretto

Publicado por A. Cerra
El paraíso de Tintoretto

El paraíso de Tintoretto

Este enorme obra realizada por Tintoretto tiene una superficie que supera los ocho metros cuadrados. Y en la actualidad se conserva en el Museo Thyssen Bornemisza de Madrid.

Recientemente y a lo largo de todo el año 2012, el propio museo ha acometido la restauración de esta obra, y como iniciativa novedosa, se tratado de un proceso de trabajo que han podido ver y disfrutar en vivo y en directo los visitantes en el mismo hall del museo. Una restauración muy lenta y minuciosa que ha permitido descubrir elementos ocultos y desconocidos de la obra de Tintoretto.

Por ejemplo, se ha visto como el artista fue modificando la composición de la obra durante su ejecución, o como vistió a ciertos personajes que inicialmente estaban desnudos, o como algunos los modificó o simplemente los eliminó.

Además los análisis químicos de la pintura, han dado a conocer los materiales que usaba Tintoretto para su elaboración pictórica y que le dan ese sabor tan personal. Por ejemplo, se ha comprobado como usaba un material tan valorado en la época como el lapislázuli, y como incorporaba al óleo polvo de vidrio. Un elemento que consigue dotar a la pintura de mucha luminosidad y hace que refleje la luz.

Y todo ello para una obra que en realidad fue un boceto realizado por Tintoretto. Se trató de un boceto, evidentemente superelaborado, que el pintor preparó a conciencia para conseguir convertirlo en un fresco que luciera en el Senado de Venecia, concretamente en la sala del Gran Consejo del Palacio de los Dux, donde en el año 1577 se quemó otro fresco de estilo gótico obra de Guariento di Arpo.

Había habido un primer concurso para hacer esta importante obra para Venecia, y ese concurso lo había ganado Paolo Veronese, pero este otro gran pintor manierista, falleció antes de poder acometer el encargo. De este modo, Tintoretto intentó aprovechar la nueva oportunidad que le surgía. Y para ello elaboró dos bocetos, uno primero que se conserva en museo del Louvre de París, y éste del Museo Thyssen madrileño.

Este segundo fue el que le sirvió de base para realizar la obra del Palacio Ducal de Venecia. Una obra que grandes dimensiones y de enorme calidad, en la que hay que valorar el hecho de que cuando Tintoretto la realizó en 1588, el artista ya tenía 70 años. Un dato importante para comprender el esfuerzo físico y mental que le pudo suponer. Algo que se refrenda sabiendo que para la obra definitiva invirtió seis años de trabajo, y no la concluyó hasta 1594.

En esta imagen nos presenta el paraíso, más allá de las nubes, donde se encuentran los salvados. Y en el centro sitúa la Coronación de la Virgen, a quién su Hijo convierte en reina del cielo. Éste grupo de personajes y el resto los sitúa flotando sobre nubes, y en cada grupo el artista incluyó un sentido metafórico a esas escenas. Si bien en esta tela, al tratarse de un boceto, la figuras no están tan plenamente definidas como en la obra final, por lo que no se plasman todos esos detalles. No obstante, es una obra clave para entender el arte de Tintoretto.