El Quijote de Gustave Doré
Gustave Doré está considerado como uno de los más grandes ilustradores de todos los tiempos, y todavía en la actualidad se siguen editando clásicos de la literatura universal ilustrados por este artista que nació en la ciudad francesa de Estrasburgo en el año 1832 ó 1833, y falleció en 1883.
La lista de sus creaciones como ilustrador es larguísima, ya que trabajó durante años en la prensa de París, ciudad a la que llegó animado por su propia madre, la cual pronto descubrió el potencial de su hijo. De hecho, se cuenta la anécdota de que una vez en el colegio tenía que hacer el joven Doré una traducción de un texto latino, y en vez de escribirla, la presentó dibujada.
De todas las ilustraciones basadas en obras literarias que realizó, posiblemente el Quijote sea la más conocida, pero también hizo obras como:
– El Paraíso Perdido de Milton
– La Divina Comedia de Dante
– La Bibilia
– Los Cuentos de Perrault
– Las Fábulas de La Fontaine
– Y diversas obras de Balzac, Rabelais, Lord Byron, Edgard Allan Poe o Coleridge
El prestigio de este artista alcanzó en su momento un rango internacional, y sus obras aparecían en Francia, Inglaterra, Alemania, Rusia o España, creando así una influencia de dimensiones continentales indudable.
Por otra parte, en todas sus creaciones plasma su indudable valía para el dibujo y la ilustración, sin embargo, es capaz de dominar cualquier recurso técnico para transformarlo en distintos registros expresivos. Ese sin duda es el valor diferencial de la obra de Gustave Doré, su variedad, algo que sin duda alcanza su máxima expresión en una obra literaria tan compleja, completa y con cientos de lecturas diferentes como es El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, el verdadero título de la gran obra de Miguel de Cervantes.
En El Quijote, Doré se nos puede mostrar al mismo tiempo como un dibujante de enorme equilibrio compositivo, pero absolutamente libre, que tan pronto crea imágenes luminosas como otras muy oscuras, a veces cargadas de ternura y otras repletas de burla y sátira, y en muchas ocasiones con una fantasía absoluta. Puede al mismo tiempo crear estampas dinámicas o muy estáticas. Pero sea cual sea el estilo de cada una de sus imágenes, siempre es capaz de plasmar en el conjunto o en un solo gesto toda la esencia del texto al que alude.
De hecho, con el paso del tiempo el imaginario colectivo tiene siempre como referencia El Quijote de Doré para imaginarse los personajes de Cervantes. Y eso es realmente meritorio ya que esta novela ha sido ilustrada por numerosos y grandísimos autores, también se ha llevado al cómic y a los dibujos animados. Además ha inspirado obras de grandes pintores como el propio Picasso o ha sido llevada al celuloide desde los tiempos del cine mudo y se han hecho versiones dirigidas por directores del talento de Orson Welles. Sin embargo, el referente icónico del Quijote son las 370 xilografías que en el año 1863 publicó Gustave Doré.