El Riachuelo de Pío Collivadino
Esta pintura realizada en el año 1916 por el artista argentino Pío Collivadino, forma parte de los fondos del Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires.
Es una obra que ejemplifica bien a las claras toda la trayectoria artística de Collivadino. Este pintor nació en 1869 en el barrio bonaerense Barracas, hijo de emigrantes italianos que tenían como profesión la carpintería. Sin embargo, pronto se despertó la vena artística en Collivadino, y con tan sólo 19 años consiguió una oportunidad para viajar hasta Italia para así formarse como pintor.
Estuvo principalmente en Roma, pero también tuvo la oportunidad de desplazarse a otras ciudades europeas, donde conoció de primera mano el panorama artístico en plena ebullición propio de los primeros años del siglo XX. Con todo ese bagaje retornó a Buenos Aires a partir de 1907, y allí se dedicó a pintar sus calles y barrios, mostrando como en esos momentos la ciudad iba camino de convertirse en la gran metrópoli que es en la actualidad.
Pintó las grandes avenidas que estaban surgiendo y algunos de los modernos edificios que se construían, pero sobre todo pintó algunos de los barrios más humildes, como el suyo de Barracas o el de La Boca. Ejemplo de ello es esta vista de El Riachuelo, donde se ve el tráfico marítimo que por aquel entonces circulaba por el puerto, así como también plasma el desarrollo industrial que estaba teniendo lugar en aquellos años.
Pío Collivadino está considerado como el primer paisajista urbano argentino. Unos paisajes en los que muestra la ciudad con encuadres casi tomados de la fotografía, e incluso del cine, arte emergente en aquella época. En cuanto a su estilo, lo más significativo es su portentoso dibujo, y la aplicación del color con técnicas variadas, desde los gruesos empastes hasta técnicas cercanas al puntillismo o divisionismo. Si bien, a Collivadino no se le puede adscribir a ningún “ismo” y siempre huyó de esa clase de etiquetas, que consideraba un tanto infantiles.
De hecho, únicamente se unió al Grupo Nexus junto a pintores como Fernando Fader o Martín Malharro, aunque siempre mantuvo una irrenunciable independencia artísitca. Además, Collivadino no fue solo pintor, también desarrolló su arte como grabador y como escenógrafo, ya que el teatro le apasionaba y la decoración de escenarios fue la razón original de que quisiera ser artista, incluso llegó a crear su propio teatro llamado «La Higuerita».
Y además Pío Collivadino hizo casi hasta su muerte en 1945 una importante labor docente, y como académico, ya que su enorme prestigio en el país le sirvió para estar en las más altas instancias artísticas argentinas. Así como fue el representante del país en varias ediciones de la Bienal de Arte de Venecia, uno de los focos de contemporaneidad más importantes del mundo.