Tapices del Apocalipsis de Jean Bondol
Tapices del Apocalipsis de Jena Bondol
Esta maravilla del arte textil consta de 71 escenas distintas narrando el Apocalipsis de la Biblia. Si bien originalmente eran 90. Un contenido que se divide en 6 secciones distintas, cada una de 6 metros de altura. Y en total alcanza una longitud de más de 100 metros.
Las cifras sobre sus dimensiones son impresionantes pero el resultado estético no le queda a la zaga, sobre todo por el carácter realista de la representación.
Fue una obra que diseñó el pintor Jean Bondol. Un artista originario de la ciudad de Brujas. De hecho también se le conoce como Hennequin de Brugge. Si bien pese a su origen flamenco, trabajó mucho en Francia ya que entró a formar parte del servicio del rey Carlos V de Francia. No obstante, este trabajo en concreto lo realizó entre los años 1373 y 1381 para el Luis I, duque de Anjou, hermano del monarca. Y partir de los cartones de Bondol, la materialización de la obra recayó en el mercader tejedor Nicolas Bataille, quien los confeccionaría en sus talleres de París.
El caso es que los tapices fueron donados en el siglo XV por el rey René a la Catedral de Angers, en cuyo Museo de Tapices se siguen exponiendo actualmente. No obstante su colocación actual es distinta a la inicial, ya que los tapices se desplegaban en la propia nave de la catedral. Pero no siempre, por lo que también pasaban mucho tiempo descolgados, enrollados sobre sí mismo y guardados en enormes baúles.
Por supuesto, durante esos periodos de almacenamiento el material sufría enormemente. A lo que hay que sumar que en siglos posteriores se llegaron a usar como alfombras y como aislamiento de las paredes. Por eso la longitud original de unos 140 metros ha quedado reducida unos 100. Un tamaño que es impresionante pero también problemático. De hecho, a mediados del siglo XX se construyó un edificio ex profeso para exponerlos, que es donde se muestran en la actualidad.
Materialmente, el principal elemento empleado es la lana, tanto en la urdimbre como en la trama. Una lana teñida exclusivamente con colorantes vegetales.
Por su tamaño y su calidad, se considera que son los tapices más importantes que nos han llegado de la Edad Media. Una maravilla que todavía acrecienta su valor cuando descubrimos que sus tejedores fueron capaces de hacerlos reversibles. Es decir, los confeccionaron de manera que se ve lo mismo en ambas caras. Y por si fuera poco, el prestigio de Bondol como diseñador fue enorme y creó escuela, tanto que se le considera una de las grandes influencias del Gótico Internacional, que se expandió en el arte de Francia, por el Ducado de Borgoña y que también llegó hasta Italia.