Iris de Nadir Afonso
Esta tela sobre acrílico del artista Nadir Afonso (1920 – 2013) es un buen ejemplo de tipo de obras que realizó este pintor que a lo largo de su vida exploró varios caminos artísticos como el arte cinético y la más pura geometría.
En realidad, su formación inicial es la de un arquitecto. Aunque él siempre se sintió pintor, cuando fue a ingresar en la escuela de Bellas Artes, sus notas académicas le permitían entrar en la Escuela de Arquitectura, y por eso le convencieron en hacer esos estudios. Y aunque posteriormente trabajó con grandes constructores como el mismísimo Le Corbusier en París o con Óscar Niemeyer en Brasil, lo cierto es que acabó renegando de alguna forma de esa fase de su vida.
De hecho, con el propio Le Corbusier ya consiguió compaginar su trabajo como arquitecto con sus proyectos pictóricos, que además realizaba en un taller compartido con Fernand Leger en la capital francesa, donde además se relacionó con otros destacados artistas de la época como Victor Vasarely o Auguste Herbin.
El caso es que Afonso llegó un momento a partir de los años 60 que se dedicó por completo a la pintura y también a la teoría sobre este arte. Ya que él pensaba que el verdadero no era un acto de imaginación ni algo personal cargado de personalidad. Él creía en un arte objetivo y sometido a unas estrictas normas, y en ese sentido la geometría era la gran herramienta para conseguirlo.
Sin embargo, también fue un creador que pensaba que una obra no estaba terminada ni perfecta hasta que no moría su autor. Por eso, se dedicaba a retocar y retocar sus obras una y otra. Incluso algunas que ya había vendido y que solicitaba a sus propietarios poder hacer los cambios que consideraba oportunos para mejorarlas.
Así que su forma de trabajar requiere de un método, algo imprescindible para conseguir la exactitud, que es lo que busca en sus obras. Considera que las cualidades de una obra han de ser: perfección, armonía, evocación y originalidad. Y todo ello se logra gracias a su propio alfabeto de formas geométricas, algo que se termina de comprender al leer sus diversas publicaciones teóricas sobre el arte de la pintura.
De esta manera, por sus obras tanto pintadas como escritas, a Nadir Afonso se le considera uno de los grandes maestros de la pintura contemporánea en Portugal, si bien en vida alcanzó reputación internacional, y expuso regularmente en galerías y museos europeos y americanos.