Domenico Theotocopoulos, el Greco, pintó este cuadro entre los años 1608 y 1614, y este enorme lienzo (225 x 193 cm.) pintado al óleo en la actualidad se conserva en el Metropolitan Museum de Nueva York. En realidad esta obra se puede considerar uno de sus cuadros más arrebatados y sugestivos, junto con otras obras como Laocoonte y sus hijos.
Nos presenta un pasaje del Apocalipsis de San Juan, siendo al apóstol al que se identifica ocupando todo el lateral izquierdo de la composición, mirando hacia el cielo, casi en trance ante lo que está profetizando.
Concretamente el pasaje que pinta es uno en el que se relata como el Cordero incita a San Juan a que “llegue y vea” la apertura de los Siete Sellos.