La fuente de la vida, Jan Van Eyck
La Fuente de la Vida o Fuente de la Gracia y triunfo de la Iglesia sobre la Sinagoga es una obra pictórica realizada en óleo sobre tabla de roble. En torno a ésta ha surgido un amplio debate tanto por su autoría y datación como por el complicado programa iconográfico que ésta presenta.
Hacia mediados del siglo XV la obra se encuentra con total seguridad en el Monasterio de San Jerónimo de Parral, Segovia. Parece plausible que la obra fuera donada al monasterio por su fundador el monarca castellano Enrique IV y que la tabla perteneciera a la familia del rey, concretamente a su padre Juan II.
En cuanto a la datación se habla de un amplio intervalo entre 1390 y 1441; en la zona inferior de la tabla se ha podido identificar en uno de los personaje –presumiblemente el monarca Luis II de Borbón- el collar de una antigua orden de caballería, el Bastón nudoso, que en 1430 fue sustituida por la Orden del Toisón de Oro. Así la obra debería ser anterior a esta fecha sin poder establecer una cronología más exacta.
Pese a que su autoría también resulta dudosa los estudiosos contemplan la obra como parte de la producción artística del autor flamenco Jan Van Eyck (1390 – 1441) se ha relacionado la tabla de la Fuente de la Gracia con una de sus obras más importantes La Adoración del Cordero Místico y parece posible que el artista realizara la obra tras su viaje a España en 1428; también se baraja la opción de que la tabla fuera realizara por algún discípulo o el taller del pintor flamenco, y así aparece catalogada en el Museo del Prado donde actualmente se exhibe.
La obra sigue el mismo esquema compositivo con el que se desarrollaban los altares de los Países Bajos, una división en registros superpuestos. En este caso aparecen tres niveles superpuestos: en la zona superior aparece una representación arquitectónica que cobija un imponente trono donde aparece la figura de Dios Padre flanqueado por la Virgen María y San Juan Bautista, a los pies de Dios en el centro, aparece la figura del cordero místico o Agnus Dei.
En un segundo nivel aparece un rio del que manan hostias benditas, aparece un paisaje natural y en los extremos dos arquitecturas que cobijan a doce ángeles con instrumentos musicales. Fuera de las arquitecturas aparecen otros seis ángeles, tres en cada uno de los lados.
En el último nivel el río desemboca en una gran fuente en la que aparecen representados símbolos de la iglesia y la resurrección de Jesucristo: un fénix, un pelícano… flanqueando la fuente dos grupos de personas: en la derecha los representantes de la iglesia (obispo, cardenal, el papa…) adoran y miran la fuente sagrada mientras el grupo de la izquierda que representa a la sinagoga (aparece el Sumo Sacerdote con los ojos vendados y volviéndose de espaldas a la fuente) están sumergidos en profundas discusiones leyendo pergaminos, rasgándose las vestiduras… haciendo en definitiva caso omiso a la fuente de la vida.