La reconstrucción de la Kreuzkirche de Dresde de Belloto
Durante el siglo XVIII se dio una importante generación de pintores venecianos que se especializaron en representar su ciudad, hacienda los llamadas “vedute”, o sea, vistas. De este género los máximos representantes son Canaletto y Francesco Guardi, los cuales vendieron innumerables cuadros a los extranjeros que visitaban Venecia, mostrándoles imágenes tanto emblemáticas de la ciudad de los canales, como por ejemplo La Góndola en la laguna de Guardi, como representando pomposos acontecimientos, como es el caso de la Llegada del embajador francés que pintó Canaletto.
Pues bien, estos no fueron los únicos pintores de Venecia que realizaron este tipo de cuadros. Otro caso similar sería Bernardo Bellotto (1721 – 1780), el cual realizó muchas de estas vistas venecianas para extranjeros, e incluso acabó trabajando para un gobernante foráneo, ya que se convirtió en el pintor de Augusto III, príncipe elector de Sajonia y rey de Polonia.
Al trabajar para este gobernante alemán se había acabado instalando en la ciudad de Dresde, sede de su poder. Y de hecho, en el año 1750 había pintado una vista de la iglesia de Kreuzkirche antes de que fuera destruida, un cuadro que en la actualidad se encuentra en el Museo del Ermitage de San Petersburgo, en Rusia.
Sin embargo, en el año 1756 Dresde fue atacada por las tropas de Prusia, en lo que se denominó la Guerra de los Siete Años. Aquel ataque hizo que Bellotto abandonará la ciudad hasta que acabara la contienda. Y con la paz regresó, y se dedicó a pintar algunos de los rincones de Dresde tal y como habían quedado tras el conflicto y los bombardeos.
Ese es el caso de este cuadro cuyo título completo es Las ruinas de la Kreuzkirche de Dresde después de la invasión prusiana, un óleo sobre lienzo que realizó en 1765 y que se expone en la Gemaldegalerie Alte Meister de Dresde.
Aquí podemos ver que aplica los mismos principios pictóricos que en las vedutas venecianas, pero en esta ocasión toda su precisión se destina a plasmar la destrucción que había sufrido uno de los lugares más emblemáticos de esta ciudad del este de Alemania. Una urbe que fue destruida prácticamente en un tercio de su extensión, de hecho tras la ruinas de la iglesia se ven más casas destruidas.
Pero además pinta a los propios habitantes de Dresde que, como él, están contemplando las ruinas de la iglesia. Así nos presenta varios grupos de ciudadanos que miran la ruina y ven como se ha comenzado su reconstrucción ya que también se observa a varios obreros que han trepado por la torre. Por cierto, esta torre en la actualidad no se puede ver en la ciudad, ya que finalmente fue derribada por completo.