La Rendición de Granada, Pradilla
A lo largo del siglo XIX surge en España una serie de artistas que llevarán a cabo importantes obras pictóricas con el fin de exaltar la historia de España, si bien es cierto que a lo largo de los años la pintura de historia siempre se ha considerado como uno de los géneros más importantes y destacados ahora los artistas tratan de ensalzar su propia patria recurriendo a las glorias del pasado en un momento políticamente complejo.
En este sentido Francisco Pradrilla es uno de los mejores artistas que plasman la estética realista y minuciosa del XIX en lienzos con temática histórica. Francisco Pradilla y Ortiz (1848 – 1921) nació en Zaragoza donde comenzó los inicios de su carrera artística como escenógrafo, sin embargo el artista prefirió decantarse por el mundo de la pintura donde posteriormente cosechará numerosos éxitos. En la década de los sesenta el artista se trasladó a Madrid donde entró a formar parte de la Escuela de Bellas artes de San Fernando, consiguió una beca para Roma –destino soñado de los artistas- y desde allí mandó al concurso de la Exposición Nacional de 1878 el que sin lugar a dudas, sería su mayor logro: el lienzo de Doña Juana La Loca.
Como consecuencia de su éxito el Senado de España le encargó el lienzo que aquí nos ocupa, La rendición de Granada o La entrega de las llaves de Granada de Boabdil a los Reyes Católicos. Se trata de un gran óleo sobre lienzo de más de tres metros de altura y cinco metros y medio de anchura en el que el artista representa uno de los mayores logros históricos de la monarquía española. Los hechos ocurrieron el 2 de Enero de 1492, cuando el último rey nazarí entregó la ciudad de Granada a los Reyes Católicos en señal de rendición y como fin de la Reconquista.
El artista ha establecido una clara división en el lienzo, por un lado aparece el grupo de los Reyes Católicos, a la derecha de la composición, y por el otro Boabdil; separando ambos grupos un camino de tierra que nos remite a la composición que el artista ya había utilizado anteriormente en el lienzo de Doña Juana la Loca y que nos lleva al fondo donde se encuentra la ciudad de Granada, en este sentido no debemos olvidar que si Pradilla ha pasado a la historia por sus lienzos de pintura de historia también fue un gran paisajista.
El artista no ha escatimado en detalles, el grupo de los Reyes Católicos está presidido por las figuras de Isabel y Fernando, pero además el pintor ha incorporado un buen número de personajes en la comitiva entre los que podemos identificar al Conde de Tendilla, el príncipe Juan o a la propia Juana. Por su parte el cortejo de Boabdil es mucho menos numeroso y en sus rostros se aprecian los gestos serios y el semblante alicaído.
Desde el punto de vista estético el lienzo no es una de las mejores obras ejecutadas por Pradilla sin embargo el lienzo le trajo una gran fortuna, el Senado le acabó pagando el doble de lo establecido y el lienzo suscitó una gran fama para el artista.