Lady Godiva, John Collier
Lady Godiva es una obra pictórica realizada por el pintor prerrafaelista John Collier en torno a 1897. Collier (1850-1934) fue un pintor británico que cosechó grandes éxitos como retratista durante su vida; el artista provenía de una acomodada familia que le permitió disponer de numerosos contactos y una buena formación académica.
Su carrera académica comenzó en uno de los principales colegios masculinos de Inglaterra, el Eton College, y después se especializó en la escuela de arte de Slade con el pintor academicista Poynter. Fuera de Inglaterra siguió sus estudios conociendo las corrientes pictóricas que se desarrollaban en Francia y Alemania. Su figura artística llegó a ser tan destacada que se convirtió en el retratista de algunos de los personajes más importantes de su tiempo, fue cofundador de la Sociedad Real de Retratistas de Inglaterra y miembro del Real Instituto de Pintores además de ser el autor de importantes publicaciones artísticas y culturales.
Sus obras se encuadran dentro del estilo prerrafaelista. La conocida Hermandad Prerrafaelista agrupaba a algunos de los pintores, escultores o literatos más conocidos de la Inglaterra del XIX, su estilo se caracterizaba por el rechazo de las formas academicistas imperantes y el gusto por la continuidad romántica. De hecho este grupo de artistas –entre los que se encuentran figuras tan importantes como Millais, Rossetti o Holman- se caracterizan por situar el culmen del arte renacentista en los artistas predecesores a Rafael, en el Trecento italiano, y no en Rafael como se pensaba en su época.
Sus obras, que hoy pueden resultar un tanto manidas, fueron el escándalo de la sociedad victoriana de la época: sus figuras siempre finas y delicadas se basan en bellas mujeres de largos cabellos y grandes ideales así, la Lady Godiva de Collier se presenta como una de las obras más características de este movimiento tanto por su temática como por su composición.
La obra representa la historia de Godiva, una joven dama esposa de Leofric conde de Chester y señor de Coventry que en el siglo X rogó a su esposo que redujera los impuestos de sus vasallos. Leofric accedió a la petición de su esposa con la condición de que ésta se paseara desnuda y montada a caballo por las calles de Coventry pensando que nunca aceptaría sin embargo Godiva, apenada por la situación de su pueblo accedió a la propuesta de su marido mientras sus vasallos se encerraban en sus casa con las ventanas cerradas para no perturbar más a la joven dama.
Éste es precisamente el momento escogido por Collier para representa su obra, Godiva encima de su imponente cabalgadura pasea desnuda por las calles de la ciudad; su figura avergonzada se contrapone con la altivez de su caballo que pasea elegante por la ciudad con sus mejores galas. La encarnación de la joven está muy lograda en la representación, sus formas son finas y delicadas y su melena cobriza muestra gran armonía con el manteo del caballo que lleva la heráldica del señor. La escena se desarrolla en el centro del poblado por lo que el pintor nos deja ver las construcciones de época medieval.