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Melisa de Dosso Dossi

Publicado por A. Cerra

Melisa de Dosso Dossi

El auténtico nombre de este pintor era Giovanni Franceso di Niccolo Luteri, pero queda claro que su nombre artístico de Dosso Dossi es mucho más sonoro y recordable.

A Dosso Dossi (c. 1489 – 1542) se le puede considerar uno de los grandes emblemas de la Escuela Pictórica de Ferrara en el siglo XVI, ciudad en la que se estableció desde el año 1514 y donde entró a formar parte del séquito de artistas que trabajaron para los duques Alfonso y Ercole d’Este. Un ducado que iba a ser su principal mecenas para siempre.

De él, también de su hermano Battista, con el que realizó muchos frescos y obras a cuatro manos. Tanto que en muchas ocasiones los historiadores no saben distinguir que es de Dosso y qué de Battista. Si bien parece haber un consenso generalizado en cuanto a que Dosso poseyó una mayor maestría en su oficio.

No obstante, aunque hay que decir que se empapó de la tradición pictórica de Ferrara, sus grandes influencias fueron dos artistas venecianos: Giorgione y Tiziano. Quizás a ellos se deba su pasión por los fondos de paisaje. Una constante en muchos de sus cuadros, independiente de que fueran de temáticas mitológicas o históricas. E incluso pintó paisajes puros, es decir, sin figuras, algo bastante extraño en aquella época del Renacimiento.

Un ejemplo de su pasión paisajística es este cuadro que representa a Melisa, o a Circe. Un lienzo hecho hacia el año 1518. En él es evidente la importancia que le concede al fondo, así como aparece otra de sus características, saber fundir de una manera extraordinaria la figura humana con ese fondo, tan colorido como de atmósfera atrayente. Algo que sin duda tiene un toque de Giorgione y también de misterio, lo cual tiene que ver mucho con el personaje representado, ya que Melisa era una maga de Oriente.

Nos la presenta luciendo un vestido muy lujoso y llamativo turbante sobre la cabeza. Es una auténtica hechicera, como demuestran los signos cabalísticos que se reconocen sobre la mesa. Una bruja que está representada en el momento en el que libera a unos caballeros de sus hechizos, personajes que figuradamente se ven colgando en miniatura en el tronco del árbol.

Esta obra, que ha sido profundamente restaurada y ha sacado a la luz varios secretos ocultos en una primera mano de pintura, hoy se puede ver en la Galería Borghese de Roma. Un lugar donde por cierto también está otra de sus grandes obras maestras: la representación de Diana y Calisto.