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Paisaje brasileño con oso hormiguero de Frans Post

Publicado por A. Cerra

Paisaje brasileño con oso hormiguero de Frans Post

En el año 1624, los marinos holandeses que ya habían tomado posesión de diversas islas caribeñas y de lugares concretos de la costa atlántica de Sudamérica, alcanzaron la ciudad de Bahía en el actual Brasil. Y durante unos años del siglo XVII tuvieron una enorme influencia tanto en ese territorio como en sus inmediaciones.

Para conocer mejor la zona y saber todo aquello que podían sacar de ahí, se envío a un equipo de observadores con formación en diversos campos científicos y también en cartografía. El objetivo era hacer un informe sobre esas tierras, sus pobladores, su flora y su fauna. Un informe que tenía que ser ilustrado profusamente, motivo por el cual también viajaban distintos artistas. Uno de ellos fue Frans Post quien realizó numerosas imágenes documentales de aquella expedición, así como acumuló infinidad de apuntes para realizar cuadros con posterioridad. Un buen ejemplo es este Paisaje brasileño con oso hormiguero de 1649 y que actualmente se guarda en la Alte Pinakothek de Múnich, en Alemania. De hecho, realizó numerosos cuadros con este tipo de temáticas exóticas, pero solo 6 de ellos los terminó en territorio americano. La gran mayoría los hizo a su regreso a Europa.

Él participó en una expedición que acompañó al Príncipe Johan Maurits de Nassau-Siegen, quien se acabaría convirtiendo en una de las figuras más relevantes y controvertidas del colonialismo en los Países Bajos. Aquella expedición se prolongó entre los años 1637 y 1644. La función de Frans Post era acompañar a los científicos en flora y fauna, para tomar detalles plásticos de todo aquello que consideraran de interés. Era un trabajo artístico, pero sobre todo documental. Con el que luego de una forma más libre fue recreando escenas como esta que mostramos aquí.

No ha elegido los habituales paisajes tropicales de vegetación exuberante y selvática. Ha optado por un paisaje más humanizado, con iglesias y haciendas desperdigadas por esas tierras, las cuales están ya preparadas para ser cultivadas. Hay un interés por su parte en representar el paraje con conceptos topográficos y de transmitir la idea de que son lugares que ya empiezan a colonizarse, incluso a domesticarse por parte de los europeos.

Aunque obviamente se toma sus licencias a la hora de darle el toque exótico, incorporando un pequeño compendio de especies singulares, no conocidas en el Viejo Continente. Esa es la razón de que junte en una misma imagen esas espigadas palmeras de la parte derecha con cactus o árboles del caucho, además de una buena representación del matorral tropical. Un matorral que está en la parte más baja y en primer plano, formando un estupendo fondo oscuro para dar protagonismo a un animal que seguro que llamaba la atención a los europeos: el oso hormiguero.