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Retrato de Johan Maurits

Publicado por A. Cerra

Retrato de Johan Maurits

Este retrato de Johan Maurits (1604 – 1679) se expone en la que fue su opulenta casa en Holanda. Una casa que con el paso de los siglos se ha transformado en uno de los museos más interesantes de Europa: el Mauritshuis de La Haya. Una institución donde se muestra obras maestras del arte en los Países Bajos como es la Lección de anatomía pintada por Rembrandt o la emblemática Joven de la perla de Vermeer.

Sin duda el nombre de Maurits está ligado al arte, pero es justo reconocer que su vida no fue ni mucho menos una obra de arte. Y eso es algo que también se han preocupado de mostrar en el museo en los últimos años y dando a conocer la personalidad de esta figura histórica.

Johan Maurits era de origen alemán, pero estaba emparentado con la dinastía Nassau y Orange que gobernaba el reino de los Países Bajos. Así que pronto pasó a integrarse en su ejército, y dadas sus dotes de mando, su ímpetu y también su relaciones con la casa reinante, se le envío al Brasil holandés, en concreto a la zona de Recife donde puso en marcha diversas plantaciones, modernizó la vida allí, aumentó los dominios de la Compañía de las Indias Occidentales, y sobre todo se convirtió en uno de los grandes promotores del esclavismo en la época. Se estima que durante su mandato en Brasil entre los años 1636 y 1644 hizo traer miles y miles de esclavos africanos hasta el continente americano.

Por supuesto él labró una inmensa fortuna, y aunque por otra parte hay que reconocerle que siempre fue un hombre tolerante respecto a las religiones, la verdad es que su actitud colonialista y esclavista le hizo muy rico. Y lo podía haber sido más, ya que tenía grandes planes para la zona, pero como otros hombres poderosos la Compañía de las Indias Occidentales no le dejaron desarrollarlos decidió regresar a Europa.

En el Viejo Continente gobernó diversos territorios en Alemania y siguió siendo un mando activo del ejército holandés. Pero sobre todo, se hizo construir la magnífica Mauritshuis en el corazón de La Haya.

Ahí se muestra este lienzo con su retrato. El único cuadro con su efigie que posee el museo. Y lo cierto es que el retrato es la imagen que el propio tenía de sí mismo. Un hombre rico, un auténtico militar y también político condecorado. Un hombre que a sus 65 años era un personaje con mucho poder.