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Retrato de Jacques le Roy de Van Dyck

Publicado por A. Cerra
Retrato de Jacques le Roy de Van Dyck

Retrato de Jacques le Roy de Van Dyck

Estamos ante un cuadro del artista flamenco Anton Van Dyck pintado en 1631 con la técnica del óleo sobre un lienzo (118 x 100 cm), unas dimensiones considerables para tratarse de un retrato individual, en el que no se llega a ver al retratado de cuerpo entero.

La efigie nos presenta a Jacques le Roy, el cual sería un alto funcionario en Flandes que estaría al servicio del rey de España, y que fue cobrando cada vez más importancia política, de hecho llegó a ser presidente de la Cámara de Brabante. Y lo cierto es que esa ambición de notoriedad, el pintor Van Dyck la ha sabido plasmar de un modo exquisito.

Estamos ante una imagen completamente dominada por una figura de imponente grandiosidad, y eso que simplemente es un hombre sentado y vistiendo su vestimenta más habitual. Y sin embargo, el gran retratista que fue Van Dyck logra transmitirnos una efigie monumental.

Además, al mismo tiempo, ha sabido captar de forma penetrante en la personalidad del político, y todo lo que piensa sobre su carácter lo muestra en los rasgos del rostro y en su mirada, que no observa al pintor, sino que pone su interés hacia otro punto.

Y por si eso fuera poco, Van Dyck también pone el acento en todos y cada uno de los detalles de la vestimenta, pintando de forma exquisita las pieles del abrigo o el forro aterciopelado de la silla.

No hay que olvidar que este artista se puede considerar como uno de los más grandes retratistas de la historia, con obras maestras de la categoría del retrato de Carlos I de Inglaterra o el cuadro en el que aparece él mismo junto a sir Endimion Porter.

Se verá que hemos citado como grandes obras dos que realizó en Inglaterra, y es que pese a su origen flamenco, Van Dyck acabó instalado en la corte británica pintando a los grandes hombres de aquel reino y alcanzado todo su prestigio y fama en aquel país. Pero para entender como alcanzó ese nivel, es indispensable saber que comenzó a pintar a desarrollar su carrera en Amberes, precisamente como ayudante del gran Rubens.

Sin embargo, tras ese primer aprendizaje, decidió irse en 1627 durante un tiempo a Italia, para conocer de primera mano el arte que allí se había desarrollado. No solo el de su tiempo y estilo, el Barroco, sino sobre todo anterior, el arte del Renacimiento y el de la Antigüedad. Y con todo es bagaje retornó a Amberes.

Fue precisamente tras ese viaje cuando pintó este gran retrato de Jacques le Roy que en la actualidad se expone en el Museo Thyssen Bornemisza de Madrid.