Paisaje con Polifemo de Poussin
Nicolas Poussin (1594 – 1665) es el gran artista de la pintura barroca en Francia y ello pese a que desarrolló lo más importante de su carrera en Roma, donde nunca le faltaron encargos y donde vivió muchos años hasta su fallecimiento.
Antes de eso pasó un tiempo en París, ciudad a la que había llegado siendo un veinteañero. En la capital gala se empapó del arte francés de su tiempo. Pero pronto quiso ampliar horizontes y emprendió un primer viaje a Italia, en este caso a la ciudad de Venecia. Una experiencia que la debió considerar tremendamente enriquecedora, ya que posteriormente se fue a Roma, donde contaba con la protección del poeta Cavaliere Marino.
Una vez instalado en la ciudad de los Papas contó con el favor del poderoso cardenal Francesco Barberini, todo un mecenas de las artes y para quien realizó numerosos cuadros, muchos convertidos en las grandes obras maestras de Poussin como es el caso de La muerte de Germánico.
De este modo la pintura de Poussin transitó por diversos géneros, tanto la pintura religiosa de obras como el Martirio de San Erasmo como sus muchas escenas de carácter mitológico como la célebre imagen de El Parnaso.
Es en estos cuadros de tema mitológico y también en otros de inspiración en asuntos históricos es donde Poussin se convirtió en un gran maestro, aplicando el dinamismo y colorido propio de su época barroca, pero con un toque que recuerda al arte de la Antigüedad y también a la pintura del Renacimiento italiano. Por eso es el gran representante de la pintura clasicista en el siglo XVII, e incluso muchos estudiosos ven en este pintor el germen de lo que posteriormente se conoció como Neoclasicismo, que curiosamente tuvo su origen en diversos artistas y estudiosos de Francia.
En esos cuadros de asuntos mitológicos, el pintor suele crear decorados a partir de arquitecturas clásicas. Si bien en alguna ocasión también recurrió a ambientaciones en paisajes naturales. Y un buen ejemplo es este lienzo de Paisaje con Polifemo que realizó hacia el año 1660, en plena madurez artística. Un óleo que en la actualidad se conserva en Rusia, en el inmenso Museo del Ermitage de San Petersburgo.
Nos presenta un tranquilo paisaje para escenificar la leyenda de Polifemo, un gigante horrible que se enamoró perdidamente de una nereida llamada Galatea. Un relato muy tratado por los artistas, desde pintores como el italiano Rafael hasta poetas como el español Luis de Góngora.