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Paisaje en L´Estaque, Braque

Publicado por Laura Prieto Fernández

Paisaje en L´Estaque es un óleo sobre lienzo realizado por el pintor cubista George Braque (1882- 1963) en 1908. En realidad Braque se interesó primero por la pintura fauvista aunque en 1907 su obra comenzó a tender hacia elementos geométricos debido a su relación con Picasso y la influencia de la obra de Cézanne. Con el tiempo el artista comenzó a desligarse de las diversas influencias y su obra adquirió una personalidad propia con colores brillantes y el predominio de la línea curva sobre la recta.

Braque-Georges_Paisaje-de-L-Estaque_1908

La obra representa una vista del pueblo de Estaque y se relaciona con una serie de paisajes que el artista pintó de esta localidad de la zona de Marsella. En realidad el pintor no se preocupó demasiado de captar la veracidad del paisaje sino que lo que buscaba era realizar un estudio compositivo a base de formas geométricas. Así el pueblo aparece representado con formas cúbicas y triangulares en las que apenas son percibidas unas pocas construcciones ; éstas quedan enmarcadas por una espesísima vegetación que también está plasmada con elementos geométricos. En primer plano nos encontramos con verdosas formas vegetales que dan paso a una maraña de casas y árboles.

Braque, siguiendo los parámetros de la estética cubista, ha optado por reducir los objetos a elementos simples. La tercera dimensión aparece relegada en pro de formas poliédricas simples: el cuadrado, el rectángulo o el triángulo son lo esencial de la obra; la esencia que aparece tras cada objeto creado por el hombre y también tras cada uno de los elementos naturales.

George Braque parece haber adoptado aquí la postura de Cézanne quién pensaba que todo era representable a través de las formas del cilindro, la esfera y el cono, además el postimpresionista también trabajó en la zona de la Marsella realizando sus primeros estudios en torno a la construcción del paisaje geométrico. Esta obra se puede enmarcar dentro de los comienzos de la fase del cubismo analítico (1909 – 1912) donde el objeto representado aún es posible de identificar, con el tiempo la obra de los cubistas desembocará en un cubismo sintético con una mayor predominancia de los elementos geométricos que se lleva hasta tal punto, que el objeto representado apenas es perceptible.

De esta manera el artista rechaza los cánones clásicos de la perspectiva tradicional y realista, la multiplicidad de los puntos de vista aparece reforzada por la superposición de planos –como no, también geométricos- que son los que trasportan al fondo la mirada del espectador.

El volumen aparece en estas representaciones sencillas gracias al sombreado de los objetos, así se logra que éstos obtengan tanto tridimensionalidad como una apariencia plana.

En cuanto a la gama cromática el autor cubista realiza una mezcla de colores cálidos –utilizando la gama de los ocres: amarillo terroso, marones…- con colores fríos entre los que destacan el azul o el gris del cielo.

La luz no procede de ningún foco concreto son los mismos objetos los que emanan luz propia a través de rápidas pinceladas en su superficie.