El valle de Braque
Tras unos inicios pictóricos más vinculados con el Fauvismo, en el arte de Georges Braque se iban juntar varios nombres claves para comprender su evolución hasta convertirse en artífice del Cubismo.
Uno de esos nombres fue Paul Cezanne. Los cuadros que vio de Cezanne hacia el año 1907 le convencieron de que tenía que crear obras donde la forma quedase solidificada sobre la superficie del cuadro. Además ese mismo año, Braque se estableció por un tiempo en la población de L’Estaque, muy cerca de Marsella, donde pudo ver los mismos paisajes que había pintado el propio Cezanne.
A la vez y coincidiendo con esas fechas, Braque estableció contacto con el galerista Henry Kahnweiler, quién le presentó a Pablo Picasso, y entre ellos rápidamente aparecieron rápidamente intereses creativos comunes. Fue a partir de ahí como cada uno hizo su aportación al surgimiento del Cubismo. Y mientras en el caso de Picasso comenzaron surgir obras como Las señoritas de la calle Avinyó, en la trayectoria de Braque aparecieron obras tan carismáticas como este óleo titulado El valle, que casualmente fue pintado en L’Estaque.
Se trata de una obra que hizo en 1908 y que actualmente forma parte de Museo de Arte de Basilea en Suiza.
Es un lienzo de aspecto monocromo ya que todo él está realizado a partir de tonos grises, si bien hay interesantes notas de colores ocres y también verdes. De algún modo se genera una atmósfera algo lúgubre desde un punto de vista tradicional, al ser colores bastante tristes y nada que ver con la visión más típica de estos parajes cercanos a la costa mediterránea. Sin embargo, ese vínculo entre sentimientos y colores es una relación tradicional, antigua, y estamos ante una pintura moderna, donde el autor quiere despojar al color de cualquier valor subjetivo. Al contrario busca una representación lo más objetiva posible. Eso sí, basándose en los criterios del arte cubista donde todo se descompone en sencillas facetas o puntos de vista.
No se trata de imitar la naturaleza, el verdadero objetivo es desentrañar los principios que hay ocultos bajo su apariencia. Bajo lo visible hay estructuras formales que es lo que Braque busca representar y expresar. Aún así en este punto, el cubismo de Braque genera formas figurativas e identificables, basta ver el pueblo en el fondo o la representación de la vegetación en la parte baja. Será más adelante cuando los seguidores del artista francés y también de Picasso hagan evolucionar la corriente cubista hacia presupuestos más abstractos. Mientras que Braque por ejemplo seguía ahondando en un cubismo más racional y analítico, pero sin desprenderse de las formas figuradas, e incluso sumando letras, titulares de periódico o diversos materiales incorporados a modo de collage. Algo que podemos ver obras posteriores como Mujer con guitarra.