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Pintura Prehistórica (II)

Publicado por Chus

mago-de-trois-freres.jpgDentro de los temas representados en el arte parietal del Paleolítico, destacan los animalísticos, con un tratamiento naturalista, pudiendo distinguirlos claramente unos de otros, sobresaliendo sobre todos los demás, las representaciones de caballos, ya que apenas faltan en los conjuntos parietales. Por lo representado eran unos caballos un poco más pequeños que los actuales, con el vientre redondeado y más claro que el resto del cuerpo y con las patas cortas, sin que se muestre claramente el sexo de ninguno de ellos, aunque podemos encontrarlos con el vientre muy prominente, como si fuesen yeguas preñadas. En escasas ocasiones se representan asnos salvajes que, curiosamente eran muy corrientes en la Europa del momento.

Le siguen después en importancia, las representaciones de bisontes y de uros y, en menor medida de ciervos, elefantes, renos o íbices. En raras ocasiones aparecen osos, leones o rinocerontes lanudos. Los peces y los pájaros apenas si se representan en el arte parietal (pero son frecuentes en los objetos grabados).

En ocasiones aparecen representaciones fantásticas, son los llamados “monstruos”, criaturas híbridas, hechas como de partes de diferentes animales e incluso con rasgos humanos, como es por ejemplo el “Mago de les Trois Frères”, con rabo de caballo, piernas y pies humanos, patas delanteras de oso y cabeza con barba y astas de reno. Además aparecen también una serie de representaciones parciales de elementos humanos, como son las manos (pintadas en negativo o en positivo), falos o vulvas.

Pero además aparecen pintados una serie de signos con figuras geométricas que no aluden de manera naturalista a elementos de la realidad. Estos signos aparecen bien solos bien acompañando a representaciones animales y muestran formas que van desde las más sencillas a base de puntos o líneas, hasta las más complejas con triángulos, rectángulos, rejas, óvalos, etc. Se carece de cualquier dato para poder interpretarlos fiablemente.

En general se aprovechan las sugerencias del marco natural para configurar la forma definitiva, así por ejemplo los bisontes de Altamira se pintan en salientes naturales para remarcar su forma. En el arte parietal no hay un marco que constriña y delimite la composición, de ahí que este concepto no exista, por lo que las figuras se representas aisladas, sin relación entre sí y en ocasiones se superponen unas a otras, pudiéndonos encontrar que en una misma superficie se hallan pintadas o grabadas diversas figuraciones con los cuerpos unos sobre los otros. Las perspectivas más comunes en este tipo de representaciones son en primer lugar, la “perspectiva tordue” que exige un diferente punto de vista, como por ejemplo en las representaciones de bisontes de perfil pero con los cuernos de frente, la del perfil absoluto que dibuja la figura siguiendo una línea paralela a su contorno y la visión en tres cuartos, la más naturalista. Además se usa la gradación tonal intensificando los colores para sugerir bulto que se observa sobre todo en los rojo-ocres al fundirse con los negro-carbones, todo ello para conseguir un alto grado de realismo afianzado además por el tratamiento de las proporciones.